Economía - Frente al 2014

Algunos Apuntes

A poco más de 12 horas de dar por finalizado este 2013, una cosa cambia respecto al último lustro: según todos los indicios, estudios y previsiones, por fin vamos a inaugurar un año que se prevé mejor que el anterior´. ¡Casi nada! Aunque sólo sea por pura higiene mental colectiva, de veras que se agradece.

De esta crisis se pueden decir miles de cosas, casi todas malas, pero creo que hay tres por encima del resto que han resultado demoledoras. La primera de todas, la destrucción asimétrica de la riqueza. La inmensa mayoría ha salido perdiendo, pero unos más que otros, y los que peor lo han pasado han sido, lamentablemente, los que menos tenían, los que han perdido un empleo, su casa o ambas cosas. Paradójicamente, aquellos cuyas rentas provenían de inversiones en capital, han encontrado resquicios, bien en la renta variable, bien en la renta fija, para seguir ganando.

La segunda, la sensación de que esta historia no tiene moraleja. Que quienes han montado este lío se han ido de rositas con una gran indemnización, o a lo peor siguen en su puesto con sus fantásticos bonus. Que a quiénes hemos rescatado, o quiénes sin serlo oficialmente han necesitado la ayuda del BCE (cuyos fondos provienen de todos los que pagamos impuestos), no han tenido ningún pudor al llevarse por delante a familias y/o empresas. Que quiénes legislan, no sólo nos hayan fallado, sino que cuando lo han hecho, se hayan alineado sistemáticamente de parte de los malos y encima hayan dejado las arcas vacías.

Por último, la sensación de que nada o casi nada dependía de nosotros. Que personas formadas, con estudios, ideas, capacidad de trabajo y sacrificio, no tenían ni una sóla oportunidad en nuestro país. No considero un drama que la gente emigre, por cuanto creo que en la era del talento la gente tenderá a instalarse dónde se viva bien, aunque para ello sea también requisito imprescindible que exista un mercado laboral que funcione en condiciones. Y en cuanto España lo tenga, estoy convencido que mucha de esa gente volverá, y lo hará más formada, con más experiencia y para enriquecernos como sociedad. Pero mientras, esa sensación de que tu destino no depende de ti, al menos en su totalidad, genera desarraigo y me parece brutal.

No, desgraciadamente no creo que mucho de lo que acabo de exponer se vaya a corregir durante el 2014. Sin embargo, sí que creo que no hay mal que cien años dure y que al final, los sacrificios y esfuerzos de la ciudadanía siempre tienen recompensa. Como debatía el otro día en la red con un buen amigo, es cierto que los buenos augurios no nos deben confundir. España sigue en la UCI, y lo va a seguir estando durante un tiempo. Recordemos que venimos de 37 meses consecutivos de caída del PIB y que ahora está remontando un poquito, es para hacerlo desde lo más profundo, con tasas de desempleo astronómicas y con un consumo privado famélico. A peor es muy difícil ir y la mejora tardará en percibirse en el día a día de las familias y empresas de nuestro país. Pero pese a esta dosis de realismo, creo que después de muchos años nos hemos ganado el derecho a tener esperanza, a creer que realmente hay luz al final del tunel. Aunque sólo sea porque los mercados se terminan ajustando y nuestras familias y empresas llevan ya un tiempo haciendo los deberes.

Si uno coge los principales análisis para el 2014 de las consultoras, entidades financieras y equipos de estudio públicos y privados, se observa cómo existe un amplio consenso en que el año que está a punto de comenzar puede suponer un verdadero cambio de infléxión. Tomando como referencia los estudios que han llevado a cabo AFI, BBVA, Bankia, Catalunya Caixa, CEMEX, el Centro de Estudios de Economía de Madrid de la Universidad Rey Juan Carlos, la CEOE, ESADE, FUNCAS, el Instituto Complutense de Análisis Económicos, el Instituto de Estudios Económicos, el Instituto de Macroeconomía y Finanzas de la Universidad Camilo José Cela, el Instituto Flores de Lemus (Universidad Carlos III de Madrid), Intermoney, La Caixa, Repsol, el Banco Santander y Solchaga y Recio Asociados, nos sale un crecimiento medio del PIB del 0,8%, por encima de las previsiones oficiales, dejando entrever algún organismo, además, que la mejora vivida a lo largo de este año 2013,más rápida de lo previsto, podría generar correcciones al alza en las predicciones. Hay quién apunta que España incluso podría crecer por encima del 1%, si bien todavía lo dice con la boca pequeña.

Este crecimiento del PIB se verá sobre todo apoyado por las exportaciones, las cuales seguirán tirando con fuerza de la economía (creciendo en torno a un 5,7%), si bien su impacto neto sobre el crecimiento será menor, por cuanto se estima que las importaciones lo harán un 2,4% (recordemos que para el cálculo del PIB se consideran las Exportaciones Netas, lo que significa Exportaciones - Importaciones). El Consumo de las familias, por primera vez en mucho tiempo, parece que podría crecer. La media de todas las entidades es de un 0,2%, pero en este punto es dónde encontramos mayor discrepancia, ya que existen entidades como AFI que auguran una caída del 0,6% y la Universidad Carlos III que por el contrario señala un crecimiento en dicha partida del 0,9%.

Existe, por el contrario, un amplio consenso en lo que a la reducción del gasto pñublico se refiere. La necesaria consolidación fiscal llevará consigo una caída del gasto público del 2,2% de media. Además, la Formación Bruta de Capital Fijo (Inversión), también sufrirá un retroceso del 0,8%, si bien es cierto que aquí el consenso es menor y que existen algunos de los estudios indicados que ya señalan un posible crecimiento en dicha partida.

¿Cómo se va a notar esta aparente mejora en la economía de a pie? Pues mucho va a depender de la evolución del desempleo. Dejamos al margen las cifras del INEM y nos centramos en la Encuesta de Población Activa (EPA). El tercer trimestre de 2013 arrojaba una tasa de desempleo del 25,98%. La mayoría de los estudios citados señalan una leve caída del desempleo para el año que viene, dejando una tasa de paro de media en torno al 25,8%. Sin embargo, muchos de los que pronostican una reducción del desempleo, partían de tasas superiores al 26%, lo que quiere decir que, muy probablemente, deban corregir sus análisis, por cuanto todo parece indicar que el 2013 va a acabar con una EPA por debajo de dicha cifra. Estimo que tal vez pudieramos encontrarnos con una tasa en torno a un 24,5 - 25%, lo cual sigue siendo una burrada, pero también marcaría un cambio de tendencia.

Todos estos análisis, en el fondo, son un "as if", es decir, si no se cambia nada. El gobierno deberá abordar, con la ayuda de sus socios europeos,una serie de cuestiones clave las cuales pueden hacer que estas cifras vayan a mejor. Una de ellas es la definitva unión bancaria, la cual garantice el acceso al crédito a precios razonables en función de la solvencia del solicitante y no del país en el que se encuentra. Además, se debe poner freno a las prácticas de determinados bancos de coger prestado dinero al 1% en el BCE para financiar la deuda pública, dejando sin posibilidad de financiación al sector privado. A nivel doméstico es fundamental una reforma fiscal que vaya justo al contrario de lo que han sido estos últimos años. Se deben rebajar impuestos para que se genere actividad económica, aunque ello conlleve una disminución de ciertas subvenciones para cuadrar las cuentas.

El cómo se siga recortando el gasto público marcará también las posibilidades de crecimiento. Se debe hacer hincapié en el gasto no productivo para no cercenar las posibilidades de crecimiento futuro con recortes en educación o sanidad. Estoy expectante por saber cómo se va a comportar la reforma laboral. Desde que se produjo la misma, ya dije en este mismo foro que veía pros y contras a la misma, pero que no podríamos comprobar su eficacia hasta que España comenzara a crecer. Nunca se ha creado empleo en recesión, y si ahora comienza un ciclo expansivo y nuestro país es capaz de generar puestos de trabajo por debajo de ese 2% de crecimiento que necesitábamos antes (y por crear puestos de trabajo me refiero a centenares de miles), podremos decir que ésta ha funcionado. De otra forma, será otro fracaso más. Los datos dejan entrever que ha logrado flexibilizar parcialmente el mercado laboral, por cuanto se ha dejado de destruir empleo antes de lo previsto y los ajustes en aquel han venido vía bajada de precios (salarios) en términos absolutos y relativos. En paralelo, se anuncian nuevos planes para terminar de reformar el  citado mercado laboral. Dentro de un año podremos hacer balance. Por último está la cuestión catalana. Nuestro país no puede permitirse ahora que nada nos distraiga del objetivo principal, que debe ser la recuperación económica y social de nuestro país. Nuestras tensiones internas podrían derivar en mayores costes de financiación y un nerviosismo en los mercados de deuda que nos haría volver a estar en la picota, como ahora hace justo un año y medio.

Así pues, creo que el 2014 será, efectivamente, el año en el que nuestra economía volverá a la senda del crecimiento, en el que probablemente comenzaremos a sentir una leve mejoría (que se percibirá en mayor o menor medida en función de la evolución del desempleo), pero siempre teniendo en cuenta que por delante tenemos todavía que afrontar grandes retos y que partimos desde muy abajo.

Lamentablemente, no veo solución a corto plazo a la asimetría de esta crisis. Tampoco creo que los malos vayan a dejar de estar dónde están, ni que el gobierno vaya a poner freno a los escándalos morales que está dejando esta coyuntura. Sin embargo puede ser el año en el que empecemos a recuperar un poquito de nuestro destino. Nos hemos ganado el derecho a soñar y a tener esperanza, como antes decía. Por mi parte afronto el 2014 con la convicción de que éste será mi año. En el fondo, nuestro futuro no está escrito y siempre se hace camino al andar.

Desde el Disparadero, os deseo todo lo mejor para este 2014. Paz, amor, justicia, salud y no violencia para todos. ¡Qué veáis cumplidos vuestros sueños!



Comentarios

ANAI DAZ ha dicho que…
Guau Fernando, has demostrado que los españoles estamos destinados a que nos venga mejor la cosa. Ahora, muchos han tocado fondo y si no leemos cosas así, datos reales que, aunque sean todavía ínfimos, nos dan esperanza como dices. Lo han dicho y tu lo has constatado, el 2014 será un año mejor que el que acabamos de dejar. Pero eso si, no nos debemos dormir en los laureles, debemos seguir trabajando y hacer bien las cosas. Mejor, si cabe! Brindo por ese crecimiento del PIB y seguiré de cerca estos análisis pues me han convencido, para darle más realidad a mis esperanzas. Y Brindo por tu año, nuestro año 2014. Un abrazo ;)
Fernando ha dicho que…
Hola Ana! Millones de gracias por tus palabras y mil perdones por tardar en responder. Las vacaciones, la vuelta al curro y mi tesis me han tenido un poco "out" del mundo 2.0!

Hace poco hablaba con un buen amigo mucho, mucho más conocedor que yo de la realidad macro, y él apelaba a la RAE: si por recuperación entendemos volver al nivel anterior a esta coyuntura, tardaremos una década. Y bajo ese prisma no puedo sino estar de acuerdo, por cuanto nuestra prosperidad no vino de la mano de nuestra mejora en la productividad, sino en nuestra capacidad de endeudamiento.

Pese a ello, lo que sí que es cierto es que, si 2013 fue el año de la estabilización (al menos en la última parte del año), el 2014 será el del cambio de tendencia. A partir de ahí, cómo hagamos las cosas, cómo sigamos siendo capaces de exportar, cómo sigamos siendo capaces de esforzarnos en el día a día, será lo que determine el que la salida a este laberinto sea más o menos rápida.

Este mundo es de los optimistas y nuestro país ha demostrado más veces que es capaz de superar los pronósticos... 2014 será un año apasionante... y creo que mejor de lo imaginado hace unos meses. España tiene gente extraordinaria y el futuro, creo que ahora sí, vuelve a depender de nosotros.

Un fuerte abrazo!

PD: Ayer JP Morgan elevó sus previsiones de crecimiento del PIB hasta un 1%. ¡Ojalá! ;-)

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