Economía - La Cuadratura del Círculo
Sobre la Reforma Fiscal que Viene y Otros Asuntos
Esta semana hemos ido sabiendo por la prensa algunos
de los puntos que baraja el gobierno en su anunciada reforma fiscal y, la
verdad, uno se queda perplejo. Desde luego el equipo de Mariano Rajoy en particular y los
políticos europeos en general, siguen empeñados en hacer historia, al menos en
lo que a economía se refiere. Busco y rebusco y, de veras, que no he encontrado
en los anales ni una sola crisis de la que se haya salido subiendo impuestos.
Si hay alguien que sepa de algún caso en el que así hubiera sido, le agradeceré
que nos ilumine.
A saber. Parece que subir el IVA del 21% está
descartado, por cuanto el 2014 es previo a un año electoral, pero a cambio se
deja caer que tal vez muchos de los productos de la compra suban del 4 y del
10% actual al citado 21. La argumentación se basa en que en Alemania, los
productos básicos gravados al tipo impositivo máximo en la compra habitual de
una familia tipo alemana suman, aproximadamente, el 85% de la cesta, mientras que en
España apenas llega al 50%. Aún siendo cierto este razonamiento, que no lo
pongo en duda, no es menos que la coyuntura en nuestro país es bastante peor
que en Alemania.
Por otro lado, lo que más perplejo me deja, es
saber que el gobierno que preside Mariano Rajoy está estudiando eliminar la
deducción por vivienda habitual con efecto retroactivo. Es decir, que si usted
se está deduciendo en estos momentos algo por dicha adquisición, a lo mejor en
su declaración del 2014 no tendrá derecho a hacerlo. No sé si caben
comparaciones con el controvertido asunto de la doctrina Parot, como en algunas
redes sociales alguien ha dejado entrever, pero nuestros políticos parece
que siguen sin darse cuenta que sin seguridad jurídica no puede haber mercado.
Ya lo han demostrado con el asunto de la fotovoltaica y las renovables en esos
últimos años, pero siguen sin percatarse que no se pueden cambiar las reglas
del juego en mitad del partido para los que empezaron a disputarlo conforme a
unas normas elaboradas dentro de un estado de derecho. Confiemos en que este
punto sea un globo sonda y que ahí se quede.
Como Dios aprieta pero no ahoga, el gobierno se
plantea, eso sí, bajar el IRPF a las clases medias y subírselo a aquellas
personas que ganen más de 60.000 euros al año en las rentas del trabajo. No es
que nuestro gabinete se haya vuelto altruista, es que en una economía con unas
tasas de paro astronómicas, la eficacia de recaudar vía rentas del trabajo es
discutible y muy limitada.
Pese a que estemos ante el enésimo incumplimiento
del programa del gabinete del Partido Popular, uno entiende, por pura
razonabilidad económica y porque así lo hemos defendido en este blog en
numerosas ocasiones, que a nuestras cuentas públicas aún les queda un
importante ajuste por hacer. Aunque el déficit se reduzca, es necesario
explicar que la contabilización del mismo es anual. Es decir, que el año pasado
nos faltaron un 7% de ingresos para pagar las nóminas de los funcionarios, el
resto de gastos corrientes del estado y la deuda pública con sus
correspondientes intereses. Y que si este año es de un 6%, no es que hayamos
tenido un superávit, sino que nos falta un 6% adicional de ingresos para
cuadrar las cuentas. Como el estado no puede dejar de pagar sus facturas, al
final tiene que recurrir al endeudamiento para atender sus compromisos financieros. Y uno no
se puede endeudar hasta el infinito. Es más, nuestro volumen de deuda en
relación al PIB empieza a ser preocupante.
Cuando
uno lee a Mariano Rajoy también en la prensa hace unos días, no deja de
quedarse sorprendido de nuevo (y si lee a Solbes y a Zapatero parece que los han
traído de Marte a ambos, pero ese es otro tema). Escucharle decir que España no
tiene tanto un problema de gasto público como de ingresos públicos,
sinceramente, y desde el respeto, me parece una pasada. Sobre todo vistos los
despilfarros, las duplicidades, las facturas sin justificar y el desmadre que
se está viendo que ha acontecido en la administración. Y sobre todo cuando
también se sabe que este país tiene hoy más funcionarios que en el año 2007, lo
que, dicho de otra forma, implica que todo el paro que se ha generado durante la crisis
ha sido en el sector privado, el cual es el que, hasta la fecha, ha hecho casi
todos los esfuerzos. Quitar la paga extra a los funcionarios es un parche que
además es rabiosamente injusto, por cuanto existen muy buenos defensores de lo
público, con vocación de servicio y que creen en lo que hacen, a los que se
equipara con los mediocres que también tienen cabida en el sistema. Por el
camino, seguimos sin saber en qué se va concretar la anunciada (mil veces)
reforma de la administración, como tampoco sabemos en qué se han
reducido las duplicidades, o por qué coexisten el estado de las autonomías con
las diputaciones provinciales. Incluso para qué son necesarios tantos
parlamentarios autonómicos, coches oficiales y enchufados puestos a dedo. Y
aunque fuera cierto que España tuviera un problema de ingresos públicos, le
diría a nuestro presidente del gobierno que somos muchos los que trabajamos mucho
más que hace cinco años porque no conocemos otra forma de sacar el país
adelante, por lo que seguro que se pueden hacer más cosas por el lado del
gasto, aunque sólo sea vía mejora de la productividad del funcionariado y cargos políticos.
Pero existe todavía algo mucho más doloroso en
las palabras de nuestro presidente del gobierno que denota un desconocimiento
absoluto de la realidad de las PYMES de nuestro país. Mientras se siga
permitiendo a la banca española coger dinero del BCE y prestárselo al estado,
logrando un beneficio estratosférico con ello, el crédito no volverá a fluir y,
por lo tanto, será muy difícil que se puedan crear puestos de trabajo. No hablo
de financiar nuevas inversiones, hablo de meras líneas de circulante, las
cuales hoy se siguen viendo reducidas y sigue costando Dios y ayuda renovar.
Claro que el gobierno se siente cómodo en estos momentos, como el presidente
del gobierno explicaba en El País. El esfuerzo del gobierno en la contención
del gasto no es el mismo que el de las familias y empresas porque juegan con la
red de los bancos, y mientras tanto, se le pasa la pelota al sector privado. Me
parece moralmente un escándalo y económicamente una aberración. Al gobierno se
le quitan los incentivos para ajustarse el cinturón porque tiene quién le financie, mientras que a familias y
empresas se les lleva al límite.
Estoy de acuerdo con que se nos pide la
cuadratura del círculo, y reconozco que Rajoy tiene razón cuando dice que lo
que hace falta es que vuelva el crecimiento para poder seguir reduciendo el
déficit. Y reduciendo el gasto público, se contrae la actividad, por lo que la
ecuación es realmente compleja, pero también son muchos los estudios que
apuntan que la reducción del gasto se puede hacer mejor y con menor impacto
sobre el crecimiento. Por ejemplo, eliminando subvenciones. O por ejemplo
eliminando gastos improductivos. Incluso vendiendo activos, por mucho que
duela. España ya no se puede permitir determinadas cosas, por muy duro que
suene. Repito lo dicho al principio: yo no conozco ningún caso en el que se
haya salido de una crisis subiendo impuestos.
Y Europa no se puede ir de rositas en esta
historia. En Bruselas se está consintiendo lo que está pasando, sobre todo en
lo referente a la banca y la financiación del déficit público en detrimento de
todo lo demás. Ahora parece que se quiere arreglar el desaguisado, pero yo le
escuché a un directivo de una importante caja jactarse en un evento
multitudinario y en público del gran negocio que era suscribir deuda pública
con el dinero del BCE ya en el año 2009. Y no se ha hecho nada en este tiempo.
España está mejor que hace un año, o al menos un
poquito menos mal, pero es gracias a una ciudadanía y una nueva clase
empresarial que poco o nada tiene que ver con la del IBEX, que está saliendo a
competir sin complejos por todo el mundo y que está formada, es dinámica y entiende que el mundo ha cambiado me atrevería a decir que para siempre. Afortunadamente, sí que es cierto que
somos un gran país, pero no desde luego por quiénes nos han dirigido de un
tiempo a esta parte. Lamentablemente.
Comentarios
Y lo mejor para toda la humanidad.
El mejor regalo: sonrisas , abrazos y amor. Estaré fuera del mundo virtual, dedicada a la familia
un abrazo