Conversaciones con mi Abuelo
Lecciones Vitales y Empresariales El pasado 1 de febrero falleció Javier Cremades de Adaro . Resulta difícil definirle, la verdad, por cuanto su Currículum Vitae fue extenso y heterogéneo a más no poder. Ingeniero Agrónomo de formación (llegó a ser el más joven de España en su día), fue un gran visionario y un enorme emprendedor. Transformó entornos rurales deprimidos, creó dónde no había nada y fundó numerosas empresas. Pero, por encima de todo, Javier Cremades de Adaro fue mi abuelo. Una gran persona en toda su dimensión humana, con sus virtudes y defectos, que también los tuvo, a la que con el paso del tiempo, conforme me he ido haciendo adulto, he sabido ponderar en su justa medida. Un gran hombre, como me decía hace poco nuestro importador de Irlanda en su mensaje de condolencias, que tuvo el coraje de cumplir sus sueños con independencia de todas las trabas que pudiera encontrar en el camino. Porque mi abuelo nunca fue un abuelo convencional, de esos que te leía cuentos antes de