Trump

Algunas Ideas

Cuando me he despertado esta mañana y he visto los resultados electorales en EEUU un sentimiento de estupefacción me ha recorrido el cuerpo. Luego confieso que me lo he tomado con filosofía. Trump no es el primer dirigente de este tipo que he visto en puestos de responsabilidad en países, regiones o ciudades, pero impacta que vaya regir los destinos de la primera potencia mundial un tío con estas características. Hillary no era santa de mi devoción, pero lo de este señor me ha parecido demasiado desde el primer minuto, aquel en el que anunció que se presentaba a las elecciones de su país.

No es mi afán hacer disquisiciones políticas de ninguna índole, como tampoco soltar aquí un discurso en favor o en contra de nadie. Ni es lo mío ni tampoco tengo tiempo, que me espera una tarde de estudio del máster cuando menos curiosa. Sin embargo, no quería dejar de apuntar algunas ideas que me llevan rondando la cabeza durante algunos años, algunas de las cuales ya he compartido con vosotros previamente en este blog.

1) Cuando el progreso social y el progreso económico no van de la mano, las sociedades tienden a colapsar: Desde que estalló la crisis hemos visto cómo la destrucción de riqueza ha sido terriblemente asimétrica y que la supuesta recuperación no está llegando a todo el mundo por igual. Esta coyuntura va a seguir generando el auge de populismos de izquierda y derecha por todas partes.

2) Lo peor de esta crisis es que no ha habido moraleja, y los que nos han metido en este lío, los del "establishment" político siguen ahí tan tranquilos. La gente no sólo está harta de su situación, sino de que encima le "chuleen".  No es razonable que todo el paro generado en España, por ejemplo, lo haya soportado el sector privado, que son los mismos que han sufrido las subidas de impuestos. En todo el mundo se ha instalado, o mejor dicho, lleva instalada desde hace unos cuantos años una clase "extractiva" experta en detraer recursos a familias y empresas, fundamentalmente PYMES.  La factura de la crisis está siendo también dolorosamente asimétrica.

3) Me preocupa la intolerancia y la supuesta superioridad moral que se atribuyen los populistas de uno y otro lado. Bajo este prisma se intentan rebatir los dogmas de la otra parte siendo dogmático. Mala receta y mal asunto, porque sólo nos lleva a la confrontación, pareciendo quien hay que justifica la violencia, o cuando menos la contextualiza.  

4) Me da miedo la sensación de que estamos volviendo al pasado: nacionalismos exacerbados, falta de solidaridad entre los pueblos, xenofobia, odio político, etc., pero también a una especie de despotismo ilustrado (todo para el pueblo pero sin el pueblo) por parte de los nuevos partidos que personalmente me enerva al considerar que me están tomando por tonto. No quieren que pensemos, no quieren que tengamos espíritu crítico, no quieren que nos cuestionemos el pensamiento oficial. Nos seducen con palabras que suenan estupendamente y nosotros nos dejamos seducir encantados.

5) Pero por encima de todo lo que creo es que estos "calmantes" en forma de populismos, que es lo que realmente son, no van a valer para nada, por cuanto no se ataca el problema de raíz: nuestros dirigentes están alienados, y en vez de buscar sistemas que puedan mejorar las vidas de las personas, siguen buscando adeptos que les ayuden a perpetuar un sistema que les mantenga en el poder. Los populistas tenían razón en hablar de "casta", la misma en la que ellos mismos se convierten en cuanto tocan poder.


Hay días en los que uno se siente muy de Ortega y Gasset. Que Dios bendiga a América... y les pille confesados.

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