Sociedad - Reflexiones Post Huelga General
Ideas de un Ingenuo Soñador
Tras unos días de reflexión, me gustaría compartir con vosotros algunas ideas que he venido trabajando desde el pasado 29 - S. No voy a entrar en el juego de políticos, agentes sociales y medios de comunicación guerreando con las cifras o debatiendo, casi siempre estérilmente, acerca de quién ha salido reforzado tras la huelga general. Días después todavía hay quien dice que se ha de cambiar el modelo sindical o que el gobierno ha salido más o menos tocado. La realidad es que los sindicatos hicieron algo de ruido pero ya no se les ha vuelto a oir. Gobierno, oposición y empresarios no han variado ni un ápice su discurso y tampoco han dicho una palabra más alta que la otra en las últimas horas. Vamos, que en el fondo, más o menos, todo sigue igual. Al menos en lo que se cubre en los mass media.
Porque en la red el debate ha sido más interesante. Me quedo con muchas de las ideas vertidas "en el disparadero", las cuales apuntaban a un cambio de modelo, a la caducidad de un sistema que nos ha permitido vivir por encima de nuestras posibilidades durante una década. La recuperación, como algunos han apuntado, pasa por un cambio individual de cada uno de nosotros. El modelo no era sostenible y los ajustes del mercado suelen ser dolorosos.
Porque vivimos en una economía de mercado con todas sus consecuencias, con sus ventajas e inconvenientes. La riqueza creada en la parte norte del planeta durante las últimas décadas al amparo de la libertad de movimientos de capitales y personas, ha permitido a mucha gente mejorar su nivel de vida, pero el precio pagado ha sido el adormecimiento de las ideas, el aburguesamiento de los jóvenes y de las clases tradicionalmente revolucionarias, como bien apuntó en su día Theodor Adorno.
La dura realidad es que somos parte de un sistema global que premia el consumo y la explotación de los recursos, incluidos los humanos, por encima de lo razonable, dónde a menudo nadie se pregunta nada más allá del puro beneficio económico a corto plazo. Las ideologías, más allá del mercado, han muerto o a lo peor han superado al propio ser humano. China es el mejor ejemplo. Uno de los países supuestamente más comunistas del planeta es, en el fondo, el paradigma del capitalismo llevado al extremo. Y todavía es señalado como ejemplo en muchos foros. Nuestros países de la OCDE, con sus gobiernos, sindicatos, empresas y clase política en general forman parte del sistema. Por eso creo en las personas por encima de las siglas.
Que nadie me entienda mal. No me he vuelto anti sistema, fundamentalmente porque creo que el sistema hay que cambiarlo desde dentro, dando la cara y luchando por los valores, la moral y la ética. Porque eso es la vida: luchar, seguir luchando, caer, levantarse y seguir luchando aún cuando te des de bruces con la realidad.
Necesitamos empresas con alma, nuevos gestores sin miedo a ser valientes, incluso equivocarse, en pos de una economía más ligada al desarrollo humano, no alejada de la realidad. Hoy en día el 1% de las compañías multinacionales controla el 50% de los bienes productivos del planeta. Las 200 empresas más importantes del mundo representan un 25% de la actividad económica mundial pese a que tan solo empleen el 0,75% de la mano de obra del planeta. Las transacciones especulativas suman más de 1,3 billones de $ diarios. Se estima que tan sólo el 8% del capital mundial es industrial, mientras que el otro 92% es financiero (Novo, M; 2005). Es difícil pretender ser la voz de la conciencia de una sociedad mayoritariamente dormida cuando eres parte de un sistema del que te has beneficiado y al que tú mismo has ayudado a crear. Los verdaderos damnificados de esta crisis no se ven representados por nadie, ni por sindicatos, ni por el gobierno, ni por la oposición, ni por la patronal.
Así pues, la huelga que yo apoyaré será la que sirva para humanizar nuestro modelo, en el que las personas importen más que los réditos políticos o económicos, en el que nuestros representantes discutan por ver quién representa mejor a los hombres y mujeres que trabajan o están desempleados. Desde mi posición privilegiada, reitero que la empresa perfecta no existe, pero aspiro a que por lo menos éstas luchen por hacer un modelo económico más justo que permita realizarse a las personas en todas las facetas de su vida. Me confieso de ser ingenuo y soñador, tal vez por eso el 29 - S me resultó tan indiferente.
Comentarios
Brillante. Comparto contigo la idea. Yo creo en un desarrollo más humano de la empresa, en un modelo más solidario. Pero con esto de la huelga y otras cosas llego a la conclusión de que como dices, el mundo occidental se ha " acomodado" (no me gusta la palabra aburguesamiento porque la burguesía es el origen de los avances, de las revoluciones y de los cambios, aunque se haya demonizado el término) y no entiende que esas reglas que han cambiado , (ahora pintan bastos) es el resultado de haber buscado el resultado a corto. Y eso es lo que ha pasado, que el resultado era tan a corto que no contemplaba el presente ni el futuro.
Errare humanum est.
Un abrazo
Occidente es está caduco y terminarán cayendo sobre nosotros las ruinas de la historia.
No seremos nosotros los que vislumbres el cambio deseado, lo que no nos exime de trabajarlo.
Excelente reflexión.
Un abrazo
Muy de acuerdo contigo. El hombre tiene muy mala memoria y además es muy corto de miras. Esta crisis nos ha brindado centenares de ejemplos.
En cuanto a las reglas del juego, me gusta pensar que en la historia de la evolución sólo las especies que supieron adaptar siguieron adelante. Tenemos una oportunidad de oro.
Un fuerte abrazo
Como nosotros ha habido mucha gente antes, es decir, personas que creían en otro tipo de sociedad y de relaciones humanas. El cambio que podremos vislumbrar es el que comienza por nostros mismos, aquel por el que podemos dejar este mundo un poquito mejor de lo que nos lo encontramos. ¡Menudo reto!
Un abrazo