Economía - Sobre la Recapitalización de la Banca Europea

Ideas propias y ajenas

Parece que algunas semanas después, ya hemos sabido algo sobre los planes de Merkel y Sarkozy para la banca europea. Poco a poco comienzan a despejarse las incógnitas y comenzamos a comprender qué tramaban cuando anunciaron que ambos tenían un plan para sortear nuestra actual crisis de deuda pública sin que aquello se lleve por delante a buena parte del sistema financiero europeo. Recapitulo para poner al día al que no haya estado muy atento a la prensa este fin de semana.

Partimos de una idea clara que yo creo que está fuera de toda duda: la banca europea está muy mal. Bastante peor que hace unos meses. Y lo más duro es que, de no resolverse esta crisis de deuda soberana, la cosa sólo puede empeorar en cuanto al sector bancario se refiere. Sí, en julio el sistema financiero europeo pasó unos test de estrés de los que salió reforzado, pero el problema es que aquellos no contemplaron la quiebra de Grecia o la reestructuración de la deuda en países como Irlanda, España, Italia o Portugal. La realidad es que un "default" descontrolado de los países indicados probablemente se lleve por delante a la banca europea debido a su excesiva exposición a la deuda pública de aquellos.

Cuando una empresa tiene un deudor al que difícilmente le podrá cobrar el saldo pendiente entre ambos, ésta debe provisionar, es decir, apuntarse una pérdida por el importe de la deuda entre ambos aún cuando ésta no se haya producido aún. Esto es así por el llamado "principio de prudencia" que marca la pauta en lo que a la contabilidad se refiere. Los ingresos se contabilizan cuando efectivamente se producen, las pérdidas cuando hay indicios de que se puedan producir. Lo que se va sabiendo del plan para recapitalizar la banca va un poco por ahí. Se quiere obligar a los bancos a provisionar determinados porcentajes de las deudas de España, Portugal, Grecia, Irlanda e Italia. En el caso Heleno hablamos de hasta un 60%. En España o Italia, por ejemplo, se está hablando de un 20%.

Una vez que la banca se apunte esta pérdida potencial, se quiere someter a los bancos a nuevos test de estrés, pero con un matiz importante respecto a este verano. Esta vez, la nota para "aprobar" es un ratio del 9% de solvencia (difícil de explicar, quedémonos en el número) frente al 5% que se exigía en julio. Todo aquel que no logre llegar dicha cifra deberá recapitalizarse (esto es, lograr dinero nuevo), ya que estaría prácticamente quebrado. Para que nos hagamos una idea de la magnitud del problema, sólo cuatro bancos españoles lograron una solvencia por encima del 9% en los test de julio, existiendo 21 entre el 3 y el 8%. Se estima que la banca Europea podría necesitar entre 200.000 y 300.000 millones de euros para recapitalizarse. Casi nada. A partir de ahí, surgen las preguntas:  ¿Realmente es necesario este plan? ¿Es que no van a pagar España, Italia y compañía su deuda pública? ¿Qué significa todo esto para la banca? ¿Volverá a fluir el crédito tras la citada recapitalización? ¿Quién va a pagar la fiesta?

Cómo ayer explicaba El País, Europa está metida en un bucle infernal. Los bancos son insolventes, lo cual obliga a los gobiernos a rescatarles, lo que hace que las maltrechas cuentas públicas sufran todavía más. Ello hace que se devalúe la deuda soberana, lo cual tiene un impacto brutal de nuevo sobre los balances de los bancos. Hace falta, por lo tanto, tomar decisiones drásticas de calado, hacer borrón y cuenta nueva. Y para ello hace falta no cerrar heridas en falso, sacar toda la mierda que tienen nuestras instituciones financieras en los balances. Con este plan, creo que se daría un paso importante en ese sentido. El plan, por lo tanto, es necesario. Recordemos que España está pudiendo "colocar" su deuda gracias al Banco Central Europeo (BCE) y que en agosto nuestra prima de riesgo estaba alcanzando un punto de "no retorno" hasta la intervención del mismo.

Sigo pensando que España e Italia podrán pagar su deuda pública, pero hay que despejar todas las dudas del mercado. Tiene que haber evidencias de que nuestras entidades crediticias están preparadas para superar lo peor. Ponernos en el escenario más negativo y saber que nuestro sistema financiero europeo podría superarlo, debería calmar a los mercados financieros. También creo que la quita de Grecia es inaplazable y que detrás de la misma, podría ir Portugal. No olvidemos que, si finalmente los países son capaces de cumplir con los vencimientos de su deuda, los bancos se apuntarán ganancias que compensen las pérdidas potenciales que en su día se apuntaron. Se trata, por lo tanto, de prevenir antes de curar.

Para la banca vienen tiempos muy duros. La inmensa mayoría necesitará dinero nuevo y, la gran mayoría, tendrá problemas para encontrarlo. Ante esa tesitura tendrá que aparecer de nuevo el estado al rescate (esto es, todos nosotros). Muchas entidades serán intervenidas y tendrán que ser gestionadas volviendo a la ortodoxia bancaria de toda la vida, olvidando las locuras de estos años. En el fondo no se puede obviar que en EEUU cayeron Lehman Brothers, Bear and Stearns, Merrill Lynch, AIG y Wachovia entre otros. Algunos fueron rescatados, obligados a fusionarse o reestructurarse a la fuerza, otros ni siquiera.  En Europa, salvando Fortis o Halifax, no ha habido una reestructuración financiera en condiciones. Se ha filtrado que Rajoy le habría pedido a Zapatero que no dejase que este plan se aprobase y en parte le entiendo: el palo para nuestros bancos y cajas sería más que considerable, pero yo creo que no queda más remedio que hacerlo.

Hoy he podido hablar largo y tendido con dos grandes empresarios a los que les he preguntado por la medida. Ambos creen que el tiro va bien encaminado y que, probablemente, sea el primer paso para el reestablecimiento del crédito. Muchas entidades, tras apuntarse las pérdidas, se recapitalizarán. Es decir, recibirán liquidez a cambio. Algunas no podrán poner el dinero en circulación porque sus ratios seguirán sin ser buenos por un tiempo. Otras cogerán algo de inercia directamente. Probablemente tardaremos dos o tres años en recuperar cierta normalidad, pero poco a poco se irá viendo la luz al final del tunel. Esta gente con la que he hablado con pesos pesados de importantes organizaciones y sabe de lo que se habla. Personalmente, me han convencido. Apuntaba Luis de Guindos ayer en El Mundo, que el riesgo de este plan estriba en que, si a los bancos se les imponen condiciones muy duras para la devolución del dinero prestado (en los casos en los que tenga que intervenir el dinero), se restrinja todavía más el crédito a familias y empresas, pero dadas las circunstancias, quiero creer que nuestros dirigentes han aprendido algo en este tiempo.

Desgraciadamente, como ya he apuntado, de nuevo seremos los ciudadanos de a pie quiénes paguemos parte de la fiesta, lo cual, de acuerdo, es una gran injusticia. A los gobiernos, en el fondo, les ha venido muy bien esta banca de la que podían tirar para enjuagar sus déficits vía nuevos endeudamientos. A menudo obviamos que el estado es juez y parte, a menudo interesada. Pero la realidad es que tres años después, estamos peor que en 2008, puesto que vivimos en un "credit crunch" como el de entonces, pero con los países endeudados un 20% de media más. Lo que se tiene que hacer es aprovechar esta oportunidad para avanzar en nuevos códigos de buen gobierno de obligado cumplimiento.

En fin, que no son buenos tiempos, pero que parece que, al menos en apariencia, algo hemos avanzado: se asume como inapelable la reestructuración griega y, por fin, se le quiere meter mano de verdad a nuestro sistema financiero y a la falta de crédito. Veremos en  qué queda todo, porque, a fin de cuentas, no sería la primera vez que nuestros políticos amagan, pero creo que por primera vez en años el tiro va bien encaminado.

Comentarios

Fernando López ha dicho que…
Muy bien explicado Fernando, haces que entendamos mejor la economía. Esto cada vez se parece más a la obra Los intereses creados de Jacinto benavente en el que el que todos, al final, se tiene que poner de acuerdo si o si para no perder.
Un abrazo
Fernando ha dicho que…
Muchas gracias, Fernando. Han sido muchas lecturas estos días. No te creas que me ha sido fácil comprender la propuesta, ya que me ha sorprendido la beligerancia de algunos medio contra la misma. Imagino que, en parte, porque hay muchos intereses creados.

Un fuerte abrazo!

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