Economía - Sobre lo Sostenible y lo Diferencial: Reflexiones Sobre Nuestro Modelo Productivo

Algunas Ideas

Hace unos días tuve una reunión con un Director General de una empresa de un sector diferente al mío. Al finalizar la misma, en un tono distendido y hablando de las perspectivas macroeconómicas que desde fuera se proyectan sobre España, me comentaba lo siguiente: "En el fondo, Fernando, lo único que tiene diferencial nuestro país es el clima. Como además tiene ventajas evidentes en materia de infraestructuras y seguridad sobre países como Turquía, Grecia, sur de Italia y sobre todo, norte de África, todo este debate sobre el cambio de modelo es estéril. No podemos prescindir del turismo, y éste lleva de la mano al sector inmobiliario. Cambiar el modelo y apostar por el I+D+i está muy bien, pero eso requiere 20 años mínimo con un consenso político estable. Aquí nuestros políticos no fueron capaces de pactar ni para establecer las horas de matemáticas semanales".

La verdad es que llevo unos días pensando en la conversación y a la luz de la misma, se me han ocurrido algunas reflexiones que quería compartir con vosotros. Sobre todo para saber también vuestra opinión y poner algo de luz en este tema tan manido como el del cambio de modelo productivo. Voy a empezar desmenuzando el párrafo anterior para no dispersar mucho la argumentación.

¿Es viable para España un nuevo modelo económico no basado en el turismo y el ladrillo?A corto plazo creo sinceramente que no, aunque también que lo acontecido durante los últimos años deben abrir un período de reflexión profunda dentro de nuestras instituciones. Estoy totalmente de acuerdo con mi colega en el sentido de que los 300 días de sol al año que tienen tanto en Levante como en Andalucía, no los tiene ningún otro país de la OCDE, lo cual, sin duda, supone una ventaja competitiva muy importante. Y es obvio también, nos guste o no, que el turismo indefectiblemente va ligado en parte al sector inmobiliario.

Nadie en su sano juicio se plantea un modelo económico para España sin estos dos motores, por lo que pienso que el debate debe centrarse, no tanto en cambiar el modelo de arriba abajo, sino en la sostenibilidad del mismo, y por lo tanto en la sostenibilidad tanto del turismo como del sector inmobiliario. Ocurre que, a menudo, al hablar de sostenibilidad, ligamos el término al medio ambiente, la energía y los recursos naturales en general, obviando con demasiada frecuencia que las externalidades del sistema afectan también a las personas y a toda la colectividad. Dicho de otra forma, que la sostenibilidad debe ser también social y económica. Un modelo en el que cuando la economía se para genera una subida de la tasa del desempleo del 8 a casi el 20%, o que ve como decenas de miles de empresas se deshacen como si de azucarillos se tratase, no es sostenible.

Por muy cierto que sea que todos los países han sufrido y siguen renqueantes con la que ha sido la peor crisis en 80 años, también lo es que ninguno ha generado tanto desempleo como el nuestro, así como que casi todos han comenzado a absorber el paro originado en esta recesión. Alemania, por ejemplo, ha sufrido la caída de la inversión. Especializada como es en bienes de equipo, el parón de la economía hizo que mucha gente perdiera su puesto de trabajo por cuestiones coyunturales. Con la paulatina recuperación, las aguas poco a poco vuelven a su cauce en el país germano.

El reto, por lo tanto, es hacer de nuestro turismo y de nuestro ladrillo dos motores sostenibles. Con independencia de ciertos factores externos a nuestro país (aunque no hemos sido ajenos a los mismos) que han ayudado a generar la burbuja (tipos de interés demasiado bajos, alegría crediticia generalizada, etc.), lo cierto es que se han cometido excesos y barbaridades difícilmente justificables. El estado no ha sabido marcar las reglas del juego, quizás porque las autoridades locales se han erigido en muchos casos en juez y parte, y la baja formación de nuestro capital humano ha hecho el resto. Nos hemos empachado y ahora toca ponerse a régimen. Nadie pierde kilos sin sufrir, pero lo importante no es tanto ponerse a dieta como aprender a comer bien y de forma equilibrada.

Pero además de los fastos y las juergas de estos últimos años, a España le quedan más frentes abiertos para hacer del turismo y del sector inmobiliario dos motores sostenibles desde un punto de vista social y económico. Se puede y se debe trabajar por reducir la estacionalidad del turismo en determinadas zonas. Está claro que es en verano cuando hace calor y cuando uno puede estar tranquilamente en la playa, pero la clave está, bajo mi punto de vista, en superar el escenario del chiringuito y el sol. Para ello hay que invertir en infraestructuras, pero también en calidad. Nuestros negocios de hostelería tienen que ser capaces de ofrecer más alternativas de ocio. La bondad de nuestro clima hace de nuestro país un lugar idóneo para disfrutar de todos los hobbies imaginables que puedan desarrollarse al aire libre.

Hace falta vertebrar también nuestros atractivos. Tenemos pocas industrias tan competitivas como la del sector agro alimentario. Si nos centramos en el mundo del vino, y aquí me váis a permitir que tire para Castilla León por cuestiones obvias, no hay una sóla región en el mundo con tantas posibilidades como ésta: El Bierzo, Toro, Cigales o Ribera del Duero, cada una con sus argumentos diferenciales y genuinos, rodeadas por joyas arquitectónicas de todas las épocas que rezuman historia por los cuatro costados. Con una gastronomía excelente y siendo visitable todo el año, Castilla León es una de los grandes ejemplos de región por explotar de puertas para fuera. Lo tiene todo, pero cada cosa por su lado.

Si nos centramos en lo que fue la segunda parte de la conversación, no puedo decir más que estoy de acuerdo con mi interlocutor. Queda muy bien decir que somos un país que quiere apostar por el I+D+i, pero previamente hay que plantearse algunas cosas. ¿Realmente fomenta el I+D+i un sistema de estudios como el actual, dónde un alumno puede pasar hasta con 4 asignaturas pendientes? ¿Está premiando dicho sistema el esfuerzo? ¿Salen nuestros alumnos formados?

Otra de las preguntas clave es saber si estos años han habido realmente incentivos para el estudio. Pongámonos en la piel de una persona que vive en entornos donde la formación es escasa, la cual ha visto en estos años como al terminar sus estudios obligatorios, tenía una salida fácil e inmediata al calor de la construcción, la cual ha pagado en estos años pasados salarios cuantiosos. Por el contrario, otras personas con mayor formación, han tenido y tienen que sufrir al terminar sus estudios secundarios, contratos basura o en fraude de ley y el no reconocimiento de sus títulos. Creo que el debate es interesante.

Por último, uno no puedo dejar de pensar en los EEUU. Allí se ha creado un clima de trabajo que atrae a la mayoría de las cabezas pensantes e investigadores de todo el planeta. Está claro que no tenemos los mismos recursos, pero apostar por el I+D+i de forma clara y contundente, nos exige girar la cabeza y mirar hacia el otro lado del Atlántico. ¿Qué puede ofrecer España para que los mejores se quieran quedar aquí? ¿Podemos atraer inmigrantes cualificados? ¿Aprovecha nuestro país el capital humano de sus inmigrantes? Hacer el modelo sostenible también debe ir por ahí.

Ahí os dejo mis reflexiones sin tener ninguna otra pretensión que la de compartir con vosotros unos pensamientos que se me han ocurrido. España tiene muchos argumentos diferenciales para que se nos siga considerando de pleno derecho un país de la élite mundial y europea. El reto, bajo mi punto de vista, es hacer de ese factor diferencial algo sostenible y menos expuesto a los ciclos económicos, además de explorar otras vías, las cuales, sin duda alguna, están directamente relacionadas con la viabilidad de nuestro modelo. El paro previsiblemente va a seguir subiendo este 2010 y mientras pensamos en cómo poner en marcha nuevos motores, conviene no olvidarse que tenemos alguno que con ciertas mejoras, podría hacernos más llevadero el camino de vuelta a la recuperación.

Comentarios

FAH ha dicho que…
Creo que habéis dado los 2 en el clavo. Hace años tuve la misma conversación con un Consejero Delegado del sector financiero.

Decía que, nuestro modelo era el que era, pero evidentemente lo que hay que hacerlo es profesionalizarno, modernizarlo y hacerlo sostenible. Hacer del propio un modelo de alto valor añadido que genere margen y rotación.

Felicidades, 1 abrazo.
Fernando López ha dicho que…
Hola Fernando:

De acuerdo con el planteamiento que nos haces. Creo que sabes que trabajé en el sector turístico durante más de 12 años y ahora de forma indirecta, auqnue sigo la actualidad del sector. El tema que propones da para mucho, asi que dejaré solo unas ideas.

Es necesario reconvertir el sector y como dice Francisco profesionalizarlo, modernizarlo y hacerlo sostenible, pero para ello habría que realizar esfuerzos conjuntos de todas las administraciones para ello (a veces en lugar de complementarse parece que están peleadas)y las descomunales inversiones que hacen quedan diluidas.
Formación - Cada vez hay menos formación de base en hostelería por ejemplo, y muchos hoteles, reducen los servicios o son muy malos para lo que cobran.

Reconvertir para dar servicio a segmentos de mayor poder adquisitivo mostrando todas las excelencias que tiene este pais.

Aumentar también la demanda interna que permita más rotación.

Reconquistar a los canales de distribución que optan por otros destinos Mediterrráneos.

Potenciar toda la cultura e identificar todos los aspectos únicos y diferenciales de España o de un lugar determinado.

etcétera etcétera etcétera.

Una cosa más, España pudo tener este problema de descenso de turistas hace ya bastantes años, pero lo que son las cosas: La guerra de los Balcanes, el fundamentalismo musulmán y el terrorismo islámico, nos han beneficiado y salvado la temporada más de una año.
En fin, un tema apasinante, del que espero poder conversar contigo dentro de poco.
Un abrazo.
Fernando ha dicho que…
¡Hola Paco! Mil gracias por pasarte y por tus palabras. Totalmente de acuerdo contigo: el modelo se puede completar, diversificar si quieres, para no estar tan expuestos a ciclos económicos, pero sobre todo hay que, como bien apuntas, modernizarlo, profesionalizarlo y hacerlo sostenible. Pero sobre todo, de alto valor añadido. Esa es la forma de perpetuar nuestras ventajas competitivas.

Un fuerte abrazo
Fernando ha dicho que…
¡Hola Fernando! Millones de gracias por pasarte. Sabía que habías trabajado en turismo, no sé si porque Paco lo había dejado caer en el homenaje a los blogueros, o porque en algún comentario te lo había leído.

Muy interesante todo lo que apuntas, sobre todo porque viene de alguien que ha estado metido en el campo de batalla. Como le he dicho a Paco, suscribo todo lo que apuntáis, e incido en la necesidad de "atacar" a perfiles de consumidores con mayor poder adquisitivo, darle un salto cualitativo a nuestro sector servicios y, efectivamente, apostar por lo diferencial. Por nuestra historia, tenemos tanto o más que Francia, Inglaterra o Italia. Lo que ocurre es que no siempre sabemos vender lo que no sea sol y playa.

Nos vemos pronto

Un fuerte abrazo
*Fer ha dicho que…
Hola Fernando.

Creo que este post es estupendo y el blog también. Poca gente pero mucho nivel según veo.

Creo que tiene mucho sentido invertir en I+D. También aplicado al turismo, como hace Ferrán Adriá, que es una marca por si solo. Existen buenos países competidores. España está en un buen club, como dices, y debería saber aprovechar con esta crisis esos 300 días de sol de los que hablas. O atraer gente a visitar Bulnes y la Garganta del Cares, que también es preciosa aunque llueva a menudo. El sol será diferencial, pero el Cares o los pinchitos en San Sebastián también lo son. Y mejorar ambas cosas nos traerá certidumbre durante todo el año. También el cambio climático puede empeorar nuestra oferta de estaciones de ski, no?

nos vemos pronto. Un fuerte abrazo.

*Fer
nanius ha dicho que…
Buenas. No me convence mucho hablar de hechos diferenciales. Hablar de ventajas comparativas a priori es utilizar una bola de cristal. A lo largo de la historia uno se encuentra con que los éxitos son muy difíciles de explicar. Explicar que la máquina de vapor aupó al imperio inglés a la supremacía económica porque tenía una tejido productivo y empresarial potente para la época, un entorno institucional proclive al cambio tecnológico y canales comerciales que aprovechar es plausible y fácil a posteriori. Explicar por qué ese invento revolucionario nació en Inglaterra y no en Irlanda, o Francia, o en EEUU, es olvidar el componente anárquico y la suerte que hay en los éxitos comerciales. Decir por qué los chinos en el medievo descubrieron la pólvora pero no la usaron en el ámbito militar, o por qué los romanos (etruscos? persiste debate) inventaron el arco, posiblemente el elemento arquitectónico del milenio, es tarea difícil. Pero adelantarse a saber dónde ocurrirá tal cosa, y cuándo, es tarea practicamente imposible. Algunos países tienen Big Hits y nunca se puede explicar por qué. Por ejemplo, hoy en día, los keniatas capturan el mercado europeo de flores; los de las islas fiji, el de vestidos de algodón para mujer en EEUU y los egipcios las cerámicas de baño el mercado italiano (ejemplos todos bien documentados por la literatura empírica), nos debería hacer preguntarnos, por qué en lugar de ellos no triunfaron con esos productos sus convecinos limítrofes; y también por qué ellos generaron tal importancia exportadora con esos productos. Bill Easterly tiene una gran frase sobre la anarquía del éxito: "What heterodox or orthodox recipe would have led you to tell the Egyptians: "just sell toilets to Italians"? "Randomness" in economic success is not random in the sense of somebody flipping a coin, but rather in one's inability to predict who will be in the right place at the right time to sell the right thing to the right people. "

Me diréis que es notorio la ventaja comparativa que tiene España con el sol y el turismo. Bien, el asunto no es tan anárquico como Hyundai, que nació "por sorpresa" del tesón y la suerte de un sólo hombre: Ju-Yung Chung. Pero yo me estoy refiriendo a lo demás. Un patrón bien documentado de la riqueza del largo plazo es el grado de diversificación de la economía... después del turismo, cuál será nuestro hit? nadie lo sabe, porque nadie puede saber quién venderá el producto adecuado, en el momento y lugar idóneos. Hay un paper de Ricardo Hausmann y Dani Rodrik (amnos de la Kenedy School of Government de HArvard) que se llama precisamente "economic development as self-discovery" (http://www.hks.harvard.edu/fs/rhausma/paper/selfdiscovery.pdf) en el que documentan los problemas empresariales y de mercado de por qué una economía puede tener una tasa de innovación escasa y como consecuencia es incapaz de descubrir aquello en lo que es buena produciendo, esto es, los big hits de los que hablamos. Ellos entienden que hay demasiada poca inversión ex ante en nuevas actividades y demasiada imitación ex post de lo que ha sido exitoso (todos entendemos a qué se refiere, como cuando te referías, Fernando, a que hemos dejado exhausto el modelo de chiringuito y sol), por lo que la innovación es insuficiente y la diversificación de la economía no se produce, razones ambas en contra del despegue y el desarrollo. Es muy interesante el diseño de instituciones e incentivos que proponen para intentar maximizar el objetivo de que se gaste más en innovación ex ante (ojo, la innovación es prueba, no éxito, por tanto mucha habrá de fallar y si no sería inversión y no innovación) y se diversifique más la economía después de encontrar el filón económico del sector exportador.
nanius ha dicho que…
Una característica de los Big Hits que un país encuentra (más que persigue, por lo que acabo de decir), es que "desaparecen con el tiempo" y el país revierte a la media con el resto de países. Pensad en términos de tasas de crecimiento. Imaginad que los turistas gastan exactamente lo mismo y su estancia tiene la misma duración, para hacerlo más sencillo. España no crece por atraer 40 millones de turistas al año, porque ya los ha traído anteriormente, y ya han contribuido estadísticamente a empujar la riqueza del país. Al año siguiente España sólo crece si atrae algo más que cuarenta millones, y decrece si atrae algo menos. Lo mismo pasa con todas las actividades del sector nacional o del sector exportador. Decir que el turismo puede ser un hecho económico diferencial respecto del futuro es olvidar que eso no garantiza el crecimiento de nuestra economía. Ese hecho diferencial tiene que manifestarse crecientemente en términos relativos respecto de las alternativas foráneas! el sector turístico puede hacerse más importante respecto de otras actividades (sector inmobiliario, etc), pero si no atrae a más de 40 mill al año, dicho sector, todo lo demás constante, hará crecer el paro agregado y decrecer la economía. Es decir: importa invertir en I+D, pero la divergencia de renta y riqueza con nuestros socios se mantendrá o crecerá si invertimos en I+D más que el año pasado pero menos que nuestros socios. Si Francia invierte 100 en I+D (asumiendo la misma efectividad del gasto), y nosotros 100, estaremos deteriorando nuestra posición relativa. Si invertimos más I+D en turismo y sector agroalimentario, podrán crecer esos sectores, pero si el total en todos los sectores es 100, el país irá divergiendo respecto de Francia en total. Obviamente uno puede ser más selectivo, aprovechar sinergias, y tener suerte, pero en media y a largo plazo, la posición relativa empeora si no hacemos un esfuerzo ADICIONAL respecto de los demás. En suma, quizá el turismo siga siendo nuestro big hit, pero el resto de posibles motores son inciertos, indefinidos, y hay que descubrirlos. No lo olvidemos o caeremos en la trampa de los políticos que dicen saber qué funciona y qué no y que por vía de una ley va a cambiar el modelo productivo y el futuro del país. Que lean a Haussman, leche, importen su modelo, y luego que vengan a buscarme al chiringuito. Me complacerá atender las informaciones sobre los nuevos hits de la economía española.
Fernando ha dicho que…
¡Hola Fer!

¡Qué bueno leerte por aquí! Muchas gracias por pasarte y por tu comentario. Yo creo que no hay debate posible en cuanto al I+D, pero lo que es cierto que fomentarlo ahora es con vistas a ver frutos dentro de 15 ó 20 años. Mientras el mismo llega lo que debemos hacer es mejorar lo que tenemos.

Totalmente de acuerdo contigo en que tenemos mucho por enseñar y vender más allá del sol y la playa. Creo que por ahí podemos buscar fórmulas para reducir la temporalidad del empleo en el turismo, por ejemplo.

En cuanto al esquí, lo que se lleva sobre todo es turismo interno, pero está claro que no estamos para desdeñar nada. Tema interesante del que espero que hablemos en breve.

Un fuerte abrazo
Fernando ha dicho que…
Hola Nanius: Pedazo de reflexión, sí señor. Millones de gracias por pasarte, como siempre. Muy de acuerdo contigo en que las cosas las explicamos mejor a posteriori y que es difícil predecir, pero me resisto a pensar que la suerte explica en gran parte determinados éxitos. Claro que tiene su incidencia, pero estoy convencido que la suerte es para el que se la merece y ésta rara vez llega por si sola, sino que a menudo hay un emprendedor detrás.

En lo que sí que estamos de acuerdo que hay factores previos que inciden en la capacidad de emprender. Entre ellos, además de múltiples factores culturales, está posiblemente el I+D. Todo lo que sea fomentar la investigación repercute a medio y largo plazo.

Está claro que tenemos que buscar nuestros nuevos big hit, como apuntas, pero también lo es, como le he dicho a Fer, que mientras esta búsqueda da frutos, no estamos para desaprovechar ni media oportunidad.

De nuevo mil gracias


Un fuerte abrazo
nanius ha dicho que…
Hola. Querría incidir en un par de cosas para que se entiendan bien (puede que el problema sea mio porque estoy algo espeso después de tanto estudiar).

1) lo importante a retener del concepto de suerte no es que la suerte sea casual, hay detrás una búsqueda; y a diferencia del modelo neoclásico de Solow (donde el cambio tecnológico es exógeno) en los modelos de crecimiento endógeno a la Romer, el conocimiento y el avance puede encontrarse invirtiendo en I+D. Por eso el iPad nos lo enseña Stephen Job y no Miguel Sebastián. Lo que la suerte quiere decir es que no sabemos ni podemos predecir por qué el iPad surge de la investigación y apuesta de Apple en California y no de la de Sony en Japón, o en Corea del Sur o en Holanda.

2) Si una economía se desarrolla y fortalece gracias a la diversificación (ésta es más causa que consecuencia, como enfatiza el influyente artículo en 2003 de Romain Wacziarg de UCLA en American Economic Review titulado "Stages of Diversification), ser dependiente de un motor (turismo) mientras aparecen big hits es una mala estrategia, porque dicho sector está atrayendo demasiados recursos hasta que no se agote del todo, impide con ello el cambio estructural y ralentiza la dinamización económica y la diversificación de la economía). Sería mejor (no hoy, que no hay dinero, pero si mañana, y mañana prontito) establecer un sistema a la Haussman, en el que el estado ayude a solucionar los problemas de coordinación privada en el mercado en el que muchos imitan y pocos innovan. ¿Cómo? quizá mediante fondos que pueden financiar ideas nuevas y cuyos beneficios acapara el empresario, pero las pérdidas no las paga él más que en una parte, de manera que haya más incentivos a innovar y un menor coste fijo de hacerlo. Si la alternativa es que el empresario soporte tanto costes como beneficios de la inversión en nuevas ideas, la tasa de innovación no será suficiente, y las empresas imitarán demasiado, extenuarán el hit y no habrá ni externalidades positivas derivadas del nuevo hit ni diversificación de la economía. Precisamente porque no habrá nuevo hit. Este es un planteamiento bastante revolucionario y muy interesante: salvo en ciencia básica en que debe investigar el propio estado (porque es un bien público puro), la inversión en nuevas ideas las tiene que hacer el privado, que es el más proclive por información e incentivos a encontrar el éxito (debe innovar pradoRey y no investigar la Junta de Castilla y León). Ahora bien, socializar las pérdidas sólo será eficiente y legítimo con instituciones independientes que financien las pérdidas si no hay éxito; con bases claras desde el principio para todos los optantes; con estabilidad normativa y seguridad jurídica; y con otro montón de requisitos que especifican Rodrik y Hausmann en su artículo.

un abrazo
Fernando ha dicho que…
Hola Nanius:

De nuevo mil gracias. Muy interesante lo que expones, la verdad.

Sólo puntualizar dos cosas de tu segunda idea:

1) No podemos obviar que la Economía es una ciencia social que se cobra víctimas con nombres y apellidos. A lo mejor hubiera sido mejor dejar caer AIG, que se cayera todo el sistema financiero mundial, pasar diez años malos y reinventar el sistema desde el inicio, pero esos diez años que son ridículos para la historia de la humanidad, hubieran tenido un coste terrible para todas una generación. Quiero decir con ello que la decisión de desinvertir o de dejar de lado algo que nos da de comer para buscar nuevos hits, puede ser acertada desde el punto de vista teórico, pero la cuestión no es tan sencilla. Aún así, reconozco que estamos ante una cuestión de pensamiento perfectamente discrepable.

2) En cuanto a los incentivos a la innovación, yo creo que hay que tener en cuenta los mensajes que se lanzan en las empresas. Hace unos meses Ridderstrale puso el siguiente ejemplo en una conferencia: en el ejército, te animas a intentar algo por tu cuenta en una batalla, te vuelan una pierna y pese a la cagada, te dan una medalla a tu vuelta. En una empresa, tratas de hacer algo distinto, te equivocas y te vas a la calle. La retribución supone un mensaje de por sí. Sobre todo a la hora de innovar.

Un fuerte abrazo y ánimo con el estudio.
Germán Gijón ha dicho que…
Hola, Fernando:
bien es sabido que yo no sé de teorías económicas, pero creo que me situaré del lado del mantenimiento de un modelo sostenible que funciona hoy. No creo que sea susceptible de ser exprimido mientras nuestra economía busca nuevas alternativas y creo que existen otros sectores tradicionalmente exitosos sobre los que competir. Italia supo y sigue sabiendo defender el acabado de sus pieles: se vende como nadie lo hace. Lo gracioso es que esas pieles en bruto... ¡son españolas! (me refiero principalmente al cordero). Productividad, diseño, innovación y promoción han sido siempre la clave de su ventaja frente a nosotros, mientras nos preguntábamos cómo era posible que vendiesen en el mundo nuestros propios productos mejor que nosotros mismos. De la misma forma, nuestro turismo sí dispone de valor diferencial que debe seguir exportando, a la vez que desarrollando y consolidando su modelo -bueno, ese campo lo dejo para los expertos-. En definitiva, quiero decir que el español (no en todos los sectores, es cierto) no se ha sabido vender como otros lo han hecho. Quizá la realidad es que en el fondo no ha sabido trabajarlo como debía.
Bueno, creo que me estoy yendo por las ramas. De todas formas, tienes amigos interesantísimos de leer.
Un abrazo, Fernando.
Fernando ha dicho que…
¡Hola Germán! ¡Mil gracias por pasarte! La verdad es que he estado el fin de semana desconectado porque me hacía falta, así que perdona la tardanza en contestar.

Estoy muy de acuerdo contigo en que el turismo es de los pocos sectores donde hemos salido a vender lo nuestro a pecho descubierto y creyéndonos el producto. Pienso que en comparación con Italia e incluso Francia, hacemos muchas cosas mejor que ellos, pero es cierto que nos han faltado emprendedores con ganas de complicarse la vida. Claro que es más fácil vender un granel a precio (ya sea de vino o aceite) antes que diferenciarte y apostar por la calidad y la imagen, pero tal vez no nos hemos dado cuenta todavía de que no podemos seguir compitiendo con base al precio.

El turismo nos ha dejado muchas enseñanzas positivas en las que apoyarnos. Nos van a hacer falta tanto el turismo como éstas para salir adelante.

Un fuerte abrazo

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