Vivencias - Sobre la Responsabilidad Social de los Medios de Comunicación
Algunas ideas
Querido lector: si te pasaste por aquí este fin de semana, verás que he eliminado dos posts. Así me lo han recomendado desde el departamento de comunicación de mi empresa. Ha sido un fin de semana con mi compañía en el disparadero por culpa de "El Figura", personaje así bautizado en este mismo blog, el cual difamando como un cosaco nos ha metido en una situación complicada. Ahora que parece que las aguas bajan más calmadas, que como no podía ser de otra forma, nos entendemos todas las partes, me apetecía escribir sobre la responsabilidad social de los medios de comunicación y el ejercicio de la misma por parte de éstos.
A estas alturas de la vida ya me ha quedado claro que no existe la verdad absoluta. O al menos uno nunca la tiene. Nuestra concepción de la realidad está mediatizada por nuestros sentidos y la forma en que nuestro cerebro interpreta lo que éstos le transmiten. No es apología del relativismo, porque sigo pensando que hay cosas que siempre estarán bien y otras que siempre estarán mal, si no un ejercicio de humildad. Todos tenemos nuestra parte de verdad, pero nunca la verdad absoluta.
Esta circunstancia dificulta el ejercicio del periodismo. El reportero tiene la difícil labor de acercarse lo máximo posible a la objetividad y para ello debe gozar de una gran capacidad de empatía. Uno no puede abstraerse de sus vivencias, creencias e ideologías cuando sale a trabajar, pero el periodista debe hacer el esfuerzo de escuchar, estudiar y analizar a todas las partes, aún cuando no comulgue con ellas, dar la voz a todos y presentar la realidad de la forma más aséptica posible. Sólo así se alcanza el rigor, la propiedad y la precisión al hablar o escribir sobre el día a día. Así fue durante muchos años.
Pero los tiempos cambian. De un tiempo a esta parte hemos perdido nuestro espíritu crítico y asistimos impasibles a la imposición de la verdad absoluta, teñida, en funcion del medio, de un color u otro. Escuchamos lo que queremos que nos cuenten y no nos planteamos nada más. Los medios, que también han perdido casi todo el rigor (dejamos al margen a las agencias), se han convertido en una empresa cualquiera que busca satisfacer a su cliente contándole la realidad con el sesgo necesario para mantenerle satisfecho. O cuando menos tranquilo. Esto es adoctrinamiento. La diferencia con la dictadura de Franco es que en la actualidad este adoctrinamiento es a la carta según tus tendencias políticas porque son muchas las empresas de comunicación.
El problema surge cuando al adoctrinamiento se le añade una falta de moral y de deontología profesional. Entonces es cuando se abre el micrófono a un "Figura" cualquiera de la vida por el mero hecho de generar polémica y alinearse con la línea editorial de un medio. No se contrasta si "El Figura" dice la verdad o por el contrario es un farsante, no se mide el daño que puede generar, no se tiene en cuenta, por ejemplo, que si el damnificado es una empresa se juega con el pan de muchos trabajadores. A veces incluso se hace el paripé de ir a ver al aludido, pero si éste no alimenta la carnaza, no se le saca. Todo sea por el pensamiento único y homogéneo de nuestra audiencia. Si para ello hay que manipular, no hay problema, se manipula y punto.
Los medios de comunicación no pueden obviar que tienen una gran responsabilidad social. Un periodismo ejercido sin ética es un ataque frontal a la democracia, una falta de respeto a los pueblos y a las personas que los forman. No sé si la información es poder, pero cuando menos es influencia. Un medio puede aupar a unos y hundir a otros, favorecer tendencias, ser herramientas para la concordia o por el contrario para la confrontación. No sólo se trata de contar la realidad, si no de cómo contarla, de entender que a diario se tocan muchos temas pasionales y que un cierto sesgo puede ser la mecha que prenda la llama, la gota que colma el vaso. Cuando escucho a ciertos profesionales, me pregunto a menudo qué pasará por su cabeza, si tendran conciencia, si simplemente son unas marionetas, unos peleles que interpretan un papel, si en serio se creen ciertas noticias.
Afortunadamente hoy en día vivimos en la era de las telecomunicaciones y la información tiende a democratizarse. Los periodistas se quejan de intrusismo, pero pienso que en el fondo son víctimas del propio sistema. Si se pierde el rigor, si se pierde el ansia por contar la verdad sin ataduras ni colores, si uno se olvida de la importancia de contrastar las fuentes, de escuchar a todos, de analizar con espíritu crítico cual científico en un laboratorio, entonces cualquiera puede ser periodista. Si la información que ofrecen redes sociales y blogs es mejor y más certera que la de los medios de comunicación, entonces tenemos un problema. Ser periodista es como ser un rockero: Exige actitud por encima de una carrera y una formación que también es necesaria, claro está.
Lo que ha pasado este fin de semana lo sabéis todos. Hoy he empezado a sufrir algunas consecuencias comerciales. "El Figura" se ha lucido y los medios se han cubierto de gloria. Yo creo que salvo su nombre y apellidos, "El Figura" no ha dicho más verdades. Sin embargo ha salido en algunos medios y ya es verdad universal para muchos. Por mi parte, y hasta que me han hecho ver que lo mejor era retirar los post de la circulación, me he defendido como he podido. No puedo luchar con balas de fogueo contra un ejercito de artillería pesada, pero algo se ha movido en la red. Muchos me conocéis y me habéis brindado vuestro apoyo. Otros sólo me leéis y también estáis ahí. Habéis conseguido que este fin de semana en el que he estado completamente sólo en Aranda, me haya sentido más acompañado que nunca. A todos gracias, de corazón, con todo el cariño del mundo. Saldremos adelante, seguro. Como dice Paco Alcaide, el tiempo pone a cada uno en su sitio, aunque a veces sea a muy largo plazo.
Se os quiere
Querido lector: si te pasaste por aquí este fin de semana, verás que he eliminado dos posts. Así me lo han recomendado desde el departamento de comunicación de mi empresa. Ha sido un fin de semana con mi compañía en el disparadero por culpa de "El Figura", personaje así bautizado en este mismo blog, el cual difamando como un cosaco nos ha metido en una situación complicada. Ahora que parece que las aguas bajan más calmadas, que como no podía ser de otra forma, nos entendemos todas las partes, me apetecía escribir sobre la responsabilidad social de los medios de comunicación y el ejercicio de la misma por parte de éstos.
A estas alturas de la vida ya me ha quedado claro que no existe la verdad absoluta. O al menos uno nunca la tiene. Nuestra concepción de la realidad está mediatizada por nuestros sentidos y la forma en que nuestro cerebro interpreta lo que éstos le transmiten. No es apología del relativismo, porque sigo pensando que hay cosas que siempre estarán bien y otras que siempre estarán mal, si no un ejercicio de humildad. Todos tenemos nuestra parte de verdad, pero nunca la verdad absoluta.
Esta circunstancia dificulta el ejercicio del periodismo. El reportero tiene la difícil labor de acercarse lo máximo posible a la objetividad y para ello debe gozar de una gran capacidad de empatía. Uno no puede abstraerse de sus vivencias, creencias e ideologías cuando sale a trabajar, pero el periodista debe hacer el esfuerzo de escuchar, estudiar y analizar a todas las partes, aún cuando no comulgue con ellas, dar la voz a todos y presentar la realidad de la forma más aséptica posible. Sólo así se alcanza el rigor, la propiedad y la precisión al hablar o escribir sobre el día a día. Así fue durante muchos años.
Pero los tiempos cambian. De un tiempo a esta parte hemos perdido nuestro espíritu crítico y asistimos impasibles a la imposición de la verdad absoluta, teñida, en funcion del medio, de un color u otro. Escuchamos lo que queremos que nos cuenten y no nos planteamos nada más. Los medios, que también han perdido casi todo el rigor (dejamos al margen a las agencias), se han convertido en una empresa cualquiera que busca satisfacer a su cliente contándole la realidad con el sesgo necesario para mantenerle satisfecho. O cuando menos tranquilo. Esto es adoctrinamiento. La diferencia con la dictadura de Franco es que en la actualidad este adoctrinamiento es a la carta según tus tendencias políticas porque son muchas las empresas de comunicación.
El problema surge cuando al adoctrinamiento se le añade una falta de moral y de deontología profesional. Entonces es cuando se abre el micrófono a un "Figura" cualquiera de la vida por el mero hecho de generar polémica y alinearse con la línea editorial de un medio. No se contrasta si "El Figura" dice la verdad o por el contrario es un farsante, no se mide el daño que puede generar, no se tiene en cuenta, por ejemplo, que si el damnificado es una empresa se juega con el pan de muchos trabajadores. A veces incluso se hace el paripé de ir a ver al aludido, pero si éste no alimenta la carnaza, no se le saca. Todo sea por el pensamiento único y homogéneo de nuestra audiencia. Si para ello hay que manipular, no hay problema, se manipula y punto.
Los medios de comunicación no pueden obviar que tienen una gran responsabilidad social. Un periodismo ejercido sin ética es un ataque frontal a la democracia, una falta de respeto a los pueblos y a las personas que los forman. No sé si la información es poder, pero cuando menos es influencia. Un medio puede aupar a unos y hundir a otros, favorecer tendencias, ser herramientas para la concordia o por el contrario para la confrontación. No sólo se trata de contar la realidad, si no de cómo contarla, de entender que a diario se tocan muchos temas pasionales y que un cierto sesgo puede ser la mecha que prenda la llama, la gota que colma el vaso. Cuando escucho a ciertos profesionales, me pregunto a menudo qué pasará por su cabeza, si tendran conciencia, si simplemente son unas marionetas, unos peleles que interpretan un papel, si en serio se creen ciertas noticias.
Afortunadamente hoy en día vivimos en la era de las telecomunicaciones y la información tiende a democratizarse. Los periodistas se quejan de intrusismo, pero pienso que en el fondo son víctimas del propio sistema. Si se pierde el rigor, si se pierde el ansia por contar la verdad sin ataduras ni colores, si uno se olvida de la importancia de contrastar las fuentes, de escuchar a todos, de analizar con espíritu crítico cual científico en un laboratorio, entonces cualquiera puede ser periodista. Si la información que ofrecen redes sociales y blogs es mejor y más certera que la de los medios de comunicación, entonces tenemos un problema. Ser periodista es como ser un rockero: Exige actitud por encima de una carrera y una formación que también es necesaria, claro está.
Lo que ha pasado este fin de semana lo sabéis todos. Hoy he empezado a sufrir algunas consecuencias comerciales. "El Figura" se ha lucido y los medios se han cubierto de gloria. Yo creo que salvo su nombre y apellidos, "El Figura" no ha dicho más verdades. Sin embargo ha salido en algunos medios y ya es verdad universal para muchos. Por mi parte, y hasta que me han hecho ver que lo mejor era retirar los post de la circulación, me he defendido como he podido. No puedo luchar con balas de fogueo contra un ejercito de artillería pesada, pero algo se ha movido en la red. Muchos me conocéis y me habéis brindado vuestro apoyo. Otros sólo me leéis y también estáis ahí. Habéis conseguido que este fin de semana en el que he estado completamente sólo en Aranda, me haya sentido más acompañado que nunca. A todos gracias, de corazón, con todo el cariño del mundo. Saldremos adelante, seguro. Como dice Paco Alcaide, el tiempo pone a cada uno en su sitio, aunque a veces sea a muy largo plazo.
Se os quiere
Comentarios
Lo malo es que una vez que el daño está hecho, es difícil de reparar, incluso aunque lo hagan activamente, pero mucho más cuando ni siquiera lo intentan.
En fin, que hay que andar con pies de plomo, y a veces, ni siquiera así te libras.
Un abrazo
Pablo Rodríguez
Un fuerte abrazo
Colaboro en asuntos sobre memoria histórica; el día 7 publiqué en mi blog tu artículo "Algunas ideas" precisamente para alertar que debe haber una metodología y delicadeza a la hora de las exhumaciones y nunca suceder lo que expresabas.
Lejos de ver ninguna rectificación leo hoy "La familia Cremades propietarias de Bodegas Prado Rey, no acceden a permitir el paso a los expertos"
Por eso me gustaría saber la situación real pues al margen de ideas debe primar la verdad y me gustaría comunicarla también a mis lectores y blogs afines.
Un saludo.
El 23 de Julio vino a verme a bodega un señor llamado Fernando García Hernando, vecino de La Aguilera, el cual me dice que en la Finca Ventosilla, donde se ubica la bodega, tienen la certeza de que hay una fosa de la Guerra Civil y que les gustaría poder abrirla. Se identifica como miembro de ARMH. La conversación es muy cordial e informal, sin ningún documento de por medio. Le comunico que no va a haber ningún problema, pero que necesito hacer unas llamadas. Nos emplazamos vernos unos días más tarde.
La llamada es al abogado de la empresa, para que me diga cómo he de cumplir la ley y que se abra la fosa sin ningún problema para nadie. Tras leer el artículo 13 de la citada ley, el cual dice (casi textualmente) en su epígrafe 13 que todos los trabajos de localización y exhumación precisan de una autorización administrativa otorgada por la administración competente, nosotros entendimos, desconociendo la actitud de la justicia con este tema, que al tratarse de restos humanos, dicha autorización la tenía que dar un juez. Pensábamos que era un mero trámite.
El 27 de julio vuelve Fernando García Hernando a bodega. Le recibo y en un tono totalmente cordial le digo que no va a haber ningún problema, que pueden abrir la fosa siempre que se cumpla con la ley de memoria histórica y que nosotros entendíamos que hacía falta la autorización de un juez para abrirla por seguridad jurídica para todas las partes. Le doy mi tarjeta, mi teléfono y le digo que estoy a su disposición para ayudar a la ARMH para todos los trámites pertinentes. Le digo que para mi es una cuestión humanitaria y de derechos humanos, porque a mi no me gustaría tener un familiar en una cuneta, que cuente con nuestra ayuda. Por nuestra parte seguimos sin saber ni cuántas fosas son, ni dónde están y sin tener ningún documento salvo la palabra de Fernando García Hernando, pero me fío de él plenamente. Esta conversación tiene como testigo a un tercero ajeno a la empresa que me ha llamado alucinado por lo acontecido porque para él quedó claro que nosotros siempre estábamos por colaborar
Estupefacto, llamo a Fernando García Hernando, el cual desconocía las declaraciones y se quedó mudo. Conseguimos el teléfono de José Ignacio Casado. Estuvimos hablando 54 minutos con él y tras aclarar algunas cosas, al menos aparentemente, me dice que al día siguiente iba a rectificar en la apertura de las fosas de Villalba de Duero. Es cierto que me invita a ir, tanto como que le digo que tengo trabajo y que no sabía si me iba a ser posible. Entre pitos y flautas, y porque La Sexta llegó una hora y media tarde, no pude asistir. Tengo también todas las pruebas del mundo que demuestran que no fui por estar saturado de trabajo (entre otras cosas por todo el tiempo que perdí con este tema el viernes).
La Sexta saca la noticia sesgada y sin poner mis declaraciones, las cuales dicen casi textualmente (invito a La Sexta a que las saque) “Es rotundamente falso que nos neguemos a la apertura de las fosas. Sólo pedimos que se cumpla con la ley de memoria histórica para mayor garantía jurídica, en primer lugar de los familiares de las víctimas, en segundo lugar de la ARMH de Burgos y por supuesto de la propiedad”.
Por la noche del sábado, me llama un buen amigo de IU, miembro del equipo de Gaspar Llamazares. Me dice que se ha enterado de la película por el presidente de ARMH, Emilio Silva, y quiere saber lo que ha pasado. Se lo cuento. Me dice que cree que hemos interpretado mal el artículo 13, pero le parece increíble la intervención del Sr. Casado en la Cadena Ser y me dice que se va a poner en contacto con Emilio Silva.
Me llama Emilio Silva a las 23:00 del sábado. Hablamos un rato largo y le expongo nuestro razonamiento. Él me dice que ellos habían interpretado que nosotros hacíamos alusión al artículo 14 de la ley, según el cual, si yo me niego a que entren en mi propiedad, un juez puede ordenar la ocupación temporal de la finca. Yo le digo que nosotros hablábamos del 13 y que habíamos entendido que, como siempre que se levanta un cadáver tiene que ir un juez, en este caso hablábamos de algo parecido. Él me comenta que en estos casos, tal y como está redactada la ley, basta con la autorización sanitaria de un ayuntamiento. Yo le digo que si eso es así y no hay oposición por parte de familiares directos (tienen derecho a ello), por nuestra parte todo OK. Él me dice que si de verdad no ponemos trabas, harán una rectificación haciendo todo el ruido posible para restituir el daño.
El lunes vuelvo a hablar con mi amigo de IU y con Emilio Silva. Les traslado lo dolido y molesto que me siento con el Sr. Casado y sus declaraciones en Público, pero que no ha variado ni un ápice mi postura, que quiero aclarar cuanto antes el entuerto. Me dicen que vendrá a verme Fernando García Hernando. A media mañana viene a bodega y nos entendemos en 3 minutos. Me dice que me enseñará la documentación presentada al juzgado y que me llevará al lugar de la fosa (que es una y no cinco, como ha apuntado algún medio). Me dice que lamenta muchísimo todo el jaleo que ha montado el Sr. Casado, que le va a pedir que rectifique, porque él sólo tiene buenas palabras para mi, PradoRey y mi familia. Le digo que por mi, con la documentación que me va a enseñar y el permiso sanitario, que parece ser que es un mero trámite, está todo OK para abrir la fosa. Me comenta que será difícil que se pueda hacer antes de Semana Santa porque esta gente que viene es voluntaria y tiene el calendario bastante pillado. Tal vez se pudiera adelantar a un fin de semana en otoño, pero no está seguro.
Tras hablar con Fernando García Hernando, escribo a mi amigo de IU. Le digo que ya nos hemos entendido y que, por favor, se lo diga a Emilio Silva para que haya la rectificación pertinente. A día de hoy no he tenido más noticias, pero me fío de la palabra de la ARMH. Como son muchos los medios que nos han dado caña, les he pedido que ésta se haga pública en la Cadena Ser, El País, Público, La Sexta y el Diario de Burgos entre otros. Quiero creer que están en ello. En función de cómo se desarrollen los acontecimientos, no descartamos ninguna medida legal, pero siempre que se hayan exhumado los cuerpos y los familiares de las víctimas puedan, dentro de su dolor, cerrar la herida. No queremos mezclar churras con merinas.
Estoy a tu disposición e invito al Sr. Casado a que me rebata en algo de lo expuesto.
Un abrazo y gracias
Debería saber el aficionado metido a periodista que la Ventosilla no es un lugar cualquiera, cerrado al mundo exterior, sino una finca ecológica ejemplar que recicla sus desechos, autogestionaria en energía y que da trabajo a mucha gente de la zona de Aranda. Tendría que conocer que las Bodegas PradoRey han conseguido situarse en poco tiempo entre las más valoradas de la Ribera del Duero, por el trabajo sabio y meticuloso de un equipo formidable. Enterarse de que la familia Cremades ha logrado mantener un valioso patrimonio histórico que adquirieron en estado preocupante y lo han sabido poner en valor. Reconocer en ti, si es que el torpe gacetillero tuviera suficientes luces y honestidad, sencillamente lo que eres: un empresario joven con ideas sociales tan avanzadas o más que las suyas, un modelo de gestor para este desgraciado país que está tan necesitado de ellos. Pero se prefiere la fanfarria y el morbo, aunque sea inventado, porque eso es lo que vende y lo que le compran los medios afines. El irresponsable reportero, que debe estar más alienado que el cortapuros de Fidel, tira piedras a un edificio hermoso y rompe sus vidrieras mientras otros lo jalean como si fueran pandilleros de barrio.
Pero hagamos de la necesidad virtud. Si quieres mi ayuda como escritor-periodista para airear la verdad en otro medio (El Mundo o tal vez la revista Tiempo), cuenta conmigo. Ya sé que estás con Maru en una isla lejana tratando de poner no ya tierra, sino océano, a la mezquindad. Entretanto, deja que su serenidad alivie tu disgusto.
Un fuerte abrazo para los dos de vuestro amigo Nacho.