Economía - España, ¿Y ahora qué?

Algunos Apuntes

Decía el pasado jueves que el posible rescate a España ya no era un tema tabú. Incluso apuntaba a que se estaba buscando la fórmula para que la intervención extranjera se centrase en la banca y no fiscalizase el total de nuestra economía. Bueno, pues desgraciadamente y sin que sirva de precedente, he acertado. Y de veras lo lamento.

Quiero comenzar dejando clara una cosa. No voy a entrar en debates etimológicos estériles. A las cosas las voy a llamar lo que son: un rescate a nuestra banca a través de una línea de crédito especifica que se articulará a través del FROB. No se interviene nuestra economía, pero cedemos el control de nuestro sistema financiero. Si os parece, cuando me refiera al asunto en cuestión, lo haré como el "rescate", por aquello de simplificar. Que nadie vea un ápice de barniz ideológico detrás.

Así pues, aunque el FMI hablaba en su informe publicado el pasado viernes de unas necesidades de recapitalización de algo más de 40.000 millones de euros, lo cierto es que la cuantía del rescate va a estar en torno a los 100.000 millones, buscando con ello una cierta holgura por si las cosas empeorasen, o si las auditorías, que todavía siguen en curso, revelasen mayores necesidades. El dinero se recibirá a través de una línea de crédito, pero no se entregará de golpe, sino de forma paulatina en función de los diferentes cumplimientos de España con los objetivos de déficit y planes de ajuste.

Nuestra banca ha llegado a una situación crítica tal y como explicaba en mi anterior post. A la luz de los activos tóxicos que acumulan en su balance, unido a las mayores exigencias de capital que llegan desde Bruselas, resulta que a nuestros bancos les falta los citados 40.000 millones de Euros. A dia de hoy, tan sólo BBVA y Banco Santander parece que no van a necesitar dinero. Respecto a Caixabank y otras entidades tipo Bankinter, Sabadello o Popular, hay dudas. El resto, todas van a necesitar  recapitalizarse. 

Lo lógico en una situación así, es que nuestros bancos hubieran salido al mercado de capitales a captar el dinero necesario. Desgraciadamente, nadie quiere invertir en nuestro sistema financiero porque es "vox pópuli" desde hace tiempo que sus balances poco o nada tienen que ver con su realidad. La segunda opción para recapitalizar la banca consistía en que el propio estado hubiera metido dinero en las entidades a través del FROB. Esta opción también se descartó. En primer lugar, porque el Estado no tiene ahora ese dinero, y en segundo lugar, porque el España tiene gravísimos problemas para conseguir financiación a un precio razonable, como podemos ver semana sí, y semana también, a través de nuestra prima de riesgo. Ante esta tesitura, no quedaba otra que pedir dinero a nuestros socios de la eurozona. 

A diferencia de los rescates de Portugal, Irlanda o Grecia, el problema de nuestro país, no es que el estado no tenga para hacer frente a sus pagos, sino que nuestro sistema financiero está quebrado. Podemos asemejarnos al otrora llamado "Tigre Celta", pero con una diferencia significativa. En Irlanda el gobierno, al avalar a la banca y declararse ésta insolvente, tuvo que hacer frente a unos vencimientos que no podía saldar. Pese a todo, la normativa vigente en los tratados de la UE, impide, como quería nuestro gobierno, que los fondos comunitarios fueran a parar directamente a los bancos. Es por ello por lo que el rescate se articula a través del FROB, el cual prestará el dinero a nuestras entidades en apuros directamente.

El matiz del FROB es importante. En primer lugar, porque al participar el mismo, la ayuda, como explicaba, es a España y, por lo tanto, a menos que yo me pierda en los entresijos del estado, ésto implica un crecimiento de nuestra deuda pública respecto al PIB. Y es más, aunque es muy posible, y en esto creo que Luis de Guindos dice la verdad, que hayamos obtenido un tipo de interés muy positivo dadas las actuales circunstancias, el pago de los intereses incidirá el cálculo del déficit, por cuanto éstos van a las cuentas de gasto del estado. Es decir, no se interviene la economía, pero si tenemos que cumplir los objetivos marcados por Bruselas, este rescate va a obligar a añadir más medidas de ajuste (vía mayores reducciones de gasto, o vía mayores recaudciones de impuestos). No es de extrañar que algunas de las "sugerencias" del eurogrupo (subida del IVA, adelgazamiento del estado, ampliación de la reforma financiera, etc.) tuvieran lugar en las próximas semanas.

En segundo lugar, el FROB tiene dos maneras de inyectar el dinero en las entidades en problemas. Uno, vía capital, dos, vía préstamos. En el primer lugar, estaríamos ante una nacionalización de los bancos quebrados. En unos años, cuando la economía se recupere, el estado recuperaría el dinero con, posiblemente, plusvalías, las cuales darían para devolver el dinero a Bruselas. En el segundo caso, los bancos tendrían que hacer frente a los vencimientos marcados por el Eurogrupo. En ambos casos, existe un riesgo latente. Por un lado, si la coyuntura tarda en cambiar, es posible que el estado no pueda vender sus participaciones en la banca en varios años, lo cual le obligaría a reembolsar al préstamo a Bruselas antes de recuperar el dinero (lo que obligaría a más ajustes). Por el otro, tanto en un caso como en el otro, el estado va a ejercer de garante de nuestra banca. Si no se gestionan bien las entidades rescatadas, sino se recupera el dinero, lo vamos a pagar entre todos los españoles.

No se puede vender el rescate como un éxito de nuestro gobierno. Al contrario, es un auténtico desastre, aunque son ciertas dos cosas. Uno, que este problema no se ha generado en 6 meses, y dos, que dentro de todos los posibles rescates, de todos los posibles males, tal vez este sea uno de los más suaves. Hemos evitado una fiscalización de nuestra política económica como la de otros países de nuestro entorno, lo cual hubiera sido nefasto, pero que nadie tenga duda de que nos condicionará la misma durante los próximos años. Creo sobre todo, además,  creo que este rescate es la constatación de varios fracasos.

En primer lugar, el de un modelo productivo (el del ladrillo) (cosa que ya sabíamos, por otra parte), el cual ha terminado por llevar al país a la ruina, porque sin el rescate de la banca, es lo que nos hubiera sobrevenido. En segundo lugar, la de una generación de políticos, que ha permitido que la mentira, el amiguismo y la corrupción se haya instalado en su día a día con naturalidad si favorecía a sus intereses cortoplacistas y bastardos. Los griegos falsearon sus cuentas públicas. El escándalo de nuestra banca no hubiera sido posible sin la connivencia de reguladores y gobernantes. Por último, el de una manera de hacer la banca, mediocre en el mejor de los caso y mentirosa en su mayoría, carente de valores y escrúpulos y que ha puesto en jaque a todo nuestro sistema productivo. Decía el otro día que todos tenemos nuestra parte de culpa en la generación de este jaleo, pero de lo que ha pasado del 2008 en adelante sólo podemos responsabilizar a políticos y banqueros. Todos ellos deberían dar la cara, y hacerlo en la calle, sometiéndose a las preguntas y consideraciones de los ciudadanos de a pie.

Dos cosillas más. Este rescate me temo que era necesario a la vez que inmoral. Hasta la fecha todos los países rescatados han visto cerrado su acceso a los mercados de financiación. Con España se ha tratado de evitar este efecto colateral a toda costa. Veremos si lo hemos conseguido, pero desde el viernes somos un país estigmatizado, poco de fiar. Nos costará recuperar la confianza más allá de nuestras fronteras. En cualquier caso, nos encontramos ante una condición necesaria, que no suficiente, para que se reestablezca el crédito.

Termino disparando con bala. Pide Rubalcaba una comisión de investigación para saber qué ha pasado para llegar hasta este punto. Me parece estupendo. Es la constatación de lo que siempre he creído, que durante la segunda legislatura de ZP, nadie de su gobierno se enteró de qué iba la película. Al menos una de las cosas que hay dicho Rajoy hoy es cierta: esto se tenía que haber hecho hace tres años. Entonces había dinero y posibilidades de financiarse, o lo que es lo mismo, se hubiera evitado el bochorno de ayer.


Comentarios

David García Goñi ha dicho que…
Muy acertado y lúcido el artículo Fernando. Aún así creo que nos empeñamos en poner soluciones a una crisis, que sinceramente, creo que ya no es ni económica, ni política, ni financiera, creo que es una crisis moral y ética, atajar los problemas sin recomponer nuevos valores morales y éticos no conformará una clase política que nos lleve cuando exponemos nuestras ideas, a andar justificando que si malos eran unos, malos son otros, de igual manera en una economía que quiere crecer en innovación recortando dinero y parando proyectos, o de igual manera con una banca que ha sido la que puso la gasolina en esta crisis para que otros le prendieran fuego.

Habrá soluciones, buenas, malas, mejores y peores, pero con el sistema tal y como está montado, sin valores, preocupando más unas siglas que los resultados, creo que pocos pasos daremos hacia adelante, y qué más tiempo nos costará recuperarnos.

Felicitaciones por el post, Fernando.

Un abrazo.
Fernando López ha dicho que…
Enhorabuena por el post Fernando, como siempre ameno y claro. A mi no sé porque me da que dentro de poco nos contarán otra historia y esto no será una victoria como lo han querido vender.
Un abrazo
Fernando ha dicho que…
David, millones de gracias por pasarte y por tus palabras.

Sólo puedo estar de acuerdo contigo. Vivimos ante todo una crisis de valores. Creo que ni a ti ni a mi, se nos ocurriría entrar a formar parte de un gobierno a aprovecharse de la situación. Desgraciadamente, es lo que hay. Y hemos entrado en una espiral maquiavélica. Parece que el fin justifica los medios cuando se trata de dinero y poder. El sistema está podrido y urge una regeneración. Creo que ya lo he dicho más veces: lo peor de esta crisis es que no hay moraleja. Al menos hasta la fecha.

Un fuerte abrazo
Fernando ha dicho que…
Fernando, millones de gracias por pasarte, como siempre.

Mi opinión es que estamos ante una quiebra del sistema financiero de manual y que todo lo demás son adornos, florituras o excesos, según del partido político que vengan. Lo que nos ha pasado ya pasó en Reino Unido, EEUU, Bélgica o Alemania, pero allí se le metió mano cuando se debía.

Aquí, de nuevo, se entrelazan el matrimonio bastardo "banca - estado", poder político - poder económico. Una pena.

Un fuerte abrazo

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