Música - Nueve Años sin Enrique Urquijo
Nueve Años Sin Enrique Urquijo
Ayer, martes 18 de Noviembre de 2008, se cumplían 9 años desde la desaparición de Enrique Urquijo, el carismático líder de Los Secretos.
Para todos aquellos que me conocéis, sabéis lo que Enrique Urquijo ha significado para mi. Hasta me publicaron un artículo en El Mundo con motivo del lanzamiento de su biografía.
Enrique Urquijo fue uno de los más grandes dentro de los grandes de la música moderna española, pero sobre todo ha sido el artífice (o uno de ellos, de los más importantes) de la banda sonora de mi vida. Poner un CD, darle al Play y comenzar a sonar Los Secretos supone transportarme a noches de fiesta, guitarra y convivencias, a idas y venidas de la facultad, revivir emociones cada vez que me gustaba una chica o compartir las penas cada vez que la misma se iba con otro.
Algunos tacharon a Enrique de triste y otros incluso de baboso, pero para mi era sensibilidad hecha canción, un músico con mayúsculas. Es curioso observar como hay cantantes que son puros productos de marketing. Se les lanza, se les promociona, venden muchísimo y poco después van cayendo poco a poco en el olvido. Es como el ciclo de vida de un producto, en cuanto llegan a la fase de declive, o se reinventan o pasan para siempre a esa especie de limbo de la música en el que se encuentran todos aquellos grupos que una vez fueron y a la segunda desparecieron.
Pero Enrique no. Sus canciones son atemporales, no pasan de moda, porque están escritas con el corazón y no pensando en cuanto vender o a quien le iba gustar más o menos. Esa es la verdadera razón por la que 30 años después de comenzar su andadura en la música y casi 10 después de morir, "Déjame", "Ojos de Perdida", "Otra tarde", "Colgado", "Pero a tu lado" o "Agárrate a mi María" sigan poniendo la piel de gallina a tanta gente.
Así, como quien no quiere la cosa, ya han pasado 9 años desde aquella fría tarde de Noviembre en la que Enrique nos dejó. Yo no he dejado de escucharle en el coche y por fin he dejado atrás a "mi amiga mala suerte" en temas de amor. Quizás también por ello ahora me siento más cercano al Rock, porque en esta vida casi todo es estado de ánimo. Pero en cada selección de música que hago, cada vez que cojo la guitarra, no pueden faltar las canciones de mi admirado Enrique, protagonista indiscutible de la banda sonora de mi vida.
Ayer, martes 18 de Noviembre de 2008, se cumplían 9 años desde la desaparición de Enrique Urquijo, el carismático líder de Los Secretos.
Para todos aquellos que me conocéis, sabéis lo que Enrique Urquijo ha significado para mi. Hasta me publicaron un artículo en El Mundo con motivo del lanzamiento de su biografía.
Enrique Urquijo fue uno de los más grandes dentro de los grandes de la música moderna española, pero sobre todo ha sido el artífice (o uno de ellos, de los más importantes) de la banda sonora de mi vida. Poner un CD, darle al Play y comenzar a sonar Los Secretos supone transportarme a noches de fiesta, guitarra y convivencias, a idas y venidas de la facultad, revivir emociones cada vez que me gustaba una chica o compartir las penas cada vez que la misma se iba con otro.
Algunos tacharon a Enrique de triste y otros incluso de baboso, pero para mi era sensibilidad hecha canción, un músico con mayúsculas. Es curioso observar como hay cantantes que son puros productos de marketing. Se les lanza, se les promociona, venden muchísimo y poco después van cayendo poco a poco en el olvido. Es como el ciclo de vida de un producto, en cuanto llegan a la fase de declive, o se reinventan o pasan para siempre a esa especie de limbo de la música en el que se encuentran todos aquellos grupos que una vez fueron y a la segunda desparecieron.
Pero Enrique no. Sus canciones son atemporales, no pasan de moda, porque están escritas con el corazón y no pensando en cuanto vender o a quien le iba gustar más o menos. Esa es la verdadera razón por la que 30 años después de comenzar su andadura en la música y casi 10 después de morir, "Déjame", "Ojos de Perdida", "Otra tarde", "Colgado", "Pero a tu lado" o "Agárrate a mi María" sigan poniendo la piel de gallina a tanta gente.
Así, como quien no quiere la cosa, ya han pasado 9 años desde aquella fría tarde de Noviembre en la que Enrique nos dejó. Yo no he dejado de escucharle en el coche y por fin he dejado atrás a "mi amiga mala suerte" en temas de amor. Quizás también por ello ahora me siento más cercano al Rock, porque en esta vida casi todo es estado de ánimo. Pero en cada selección de música que hago, cada vez que cojo la guitarra, no pueden faltar las canciones de mi admirado Enrique, protagonista indiscutible de la banda sonora de mi vida.
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