Economía - El Curioso Caso de la India
Sobre Brotes Verdes Indúes
En estos tiempos en los que nos llegan noticias de índole económica cada vez peores, resulta que existen también un par de países que parece pueden salir reforzados de esta crisis: China y la India. Se podría hablar mucho sobre el primero pero sintetizando, basta con decir que se había convertido en la fábrica mundial antes de que los países más desarrollados entrasen en recesión, y que una vez que éstos han visto como sus economías han sufrido un deterioro sin precedentes, el gigante asiático ha sido capaz de salir adelante gracias a un esfuerzo titánico del gobierno de Pekín (en lo que a gasto público se refiere) y a la incipiente demanda interna (que hablando del país más poblado del mundo, no es "moco de pavo").
Sin embargo, aún estando todo esto muy bien, China tiene un problema: la mayoría de los bienes y productos que fabrica para EEUU y Europa son de bajo valor añadido, imitables y basan su competitividad en sus bajos costes, amparados por una legislación algo más que laxa que no puede ser sostenible. En cuanto la sociedad China evolucione, el gigante asiático dejara de poder competir en costes. Por eso me sorprende tanto el caso de la India.
Imaginemos un país con más de 1.150 millones de habitantes, de los cuales 390 son pobres (renta per cápita menor a 1$ al día) y cuyas tasas de analfabetismo superan el 30% en el caso de los hombres adultos y el 50% en el de las mujeres adultas (fuente: Banco Mundial, Julio de 2005). Imaginemos que llevaba unos años creciendo a una tasa muy superior a la media mundial y que de repente la economía mundial se para. Cabría pensar que éste país se las iba a ver tiesas para superar la incertidumbre actual. Pues no. Al menos en el caso de la India, la crisis le está brindando nuevas oportunidades.
Según Eugenio Viassa Monteiro, profesor de AESE y presidente de la AAPI, la India crecerá este año en torno al 7% pese a la recesión que viven la mayoría de los países desarrollados. Es cierto que no va a llegar al 9% de los últimos tiempos, pero no lo es menos que es una cifra sorprendente. El por qué hay que encontrarlo, fundamentalmente, en tres aspectos. Uno, la cifra de exportaciones de gran valor añadido de la India; dos, el crecimiento sostenido del mercado interno, y tres, el ambicioso plan de infraestructuras puesto en marcha por el gobierno Indú.
Respecto a las exportaciones, la dependencia de la India sobre éstas es bastante razonable, ya que suponen sólo el 15% de la economía del país asiático, según el profesor Viassa Monteiro. Pero lo importante en este caso no es tanto la cifra, sino la sostenibilidad de la misma. La India se ha especializado en productos y servicios de alta tecnología, fundamentalmente Tecnologías de la Información (TI), las cuales, además, por razones obvias, son servidas a un precio mucho menor del que pueden ofrecer países como Inglaterra o EEUU. Tal vez por ello IBM acaba de anunciar un recorte de 5.000 puestos de trabajo en EEUU que serán trasladados al país del sur asiático, donde ya tienen, por cierto, más de 80.000 empleados. Pero no sólo por costes sobrevive la India. La calidad de los servicios, además, es espectacular si atendemos al estudio que The Economist publicó recientemente. En el mismo se establecía un ranking de empresas de software y TI. Entre las 400 mejores, casi todas las compañías eran indias.
No sólo las exportaciones están "tirando del carro". Como ya se ha apuntado, el consumo interno también está mejorando de forma paulatina y sostenida. Buena muestra de ello son las tasas de crecimiento en la adquisición de medicinas, alimentos y teléfonos móviles, con cifras que superan el 20% en algunos casos incluso en los primeros meses de éste complejo año 2009. Es decir, está creciendo el país, pero sobre todo, se desarrollan las personas. Los ricos ya comían, tenían medicinas y usaban teléfonos móviles, por lo que es una incipiente clase media la que comienza a sentar las bases del futuro desarrollo social indú.
Todo ello se ha visto favorecido también por el paquete de medidas inversoras del gobierno. Entre ellas cabe destacar la construcción y remodelación de los principales puertos y aeropuertos el país, esperando que con ello aumente la capacidad y rapidez para recibir y movilizar mercancancías (lo que redunda en la competitividad del país) y se contrate a la mano de obra menos cualificada. No es menos desdeñable la construcción de una red de autopistas que está conectando las principales urbes y núcleos del país, lo cual está favoreciendo la creación de industrias y el desarrollo de los servicios. De esta forma se está poniendo freno al éxodo rural, ya que hay que señalar que la agricultura sigue suponiendo una partida importante en el PIB, pero sobre todo, una fuente de alimentación imprescindible para el equilibrio indú. Por último, y no por ello es menos importante, se deben destacar la inversión que se está haciendo en infraestructuras energéticas, incluyendo incluso algunas renovables, así como el desarrollo de líneas rápidas y de alta velocidad de ferrocarril, tanto para pasajeros como para mercancías.
La importancia de todos los datos indicados por el profesor Viassa Monteir0, no radica exclusivamente en el crecimiento económico expuesto, sino en el efecto atracción que está generando la economía Indú sobre empresas y profesionales cualificados. ABB, Glaxo, Siemens, Oracle, Suzuki, Whirlpool, Nestlé, Holcim, Coca-Cola o Vodafone, por ejemplo, ya están allí, y obteniendo mejores resultados en términos relativos y absolutos en comparación con el resto de filiales de dichas compañías. Ello está derivando en un aumento de la inversión extranjera en la India, la cual requiere cada vez más de profesionales cualificados, lo cual va a redundar en otros dos aspectos a considerar: uno, los inmigrantes que lleguen serán cualificados (uno de los principales problemas que tienen países como España, es que la gente que llega de fuera no lo es); dos, existirá un incentivo real para que el gobierno indio promocione la educación, tanto primaria como universitaria, ante las buenas perspectivas que ofrece el mercado laboral para las personas cualificadas.
Quedan todavía muchas cuestiones en el aire. La India sigue siendo un país con tasas de pobreza inasumibles, tasas de motorización e industrialización por debajo de la media de la OCDE, unos desequilibrios terribles y un número de analfabetos intolerable, pero no lo es menos que tiene un punto de partida más que interesante, auténticos brotes verdes sobre los que comenzar a soñar con un futuro mejor.
En estos tiempos en los que nos llegan noticias de índole económica cada vez peores, resulta que existen también un par de países que parece pueden salir reforzados de esta crisis: China y la India. Se podría hablar mucho sobre el primero pero sintetizando, basta con decir que se había convertido en la fábrica mundial antes de que los países más desarrollados entrasen en recesión, y que una vez que éstos han visto como sus economías han sufrido un deterioro sin precedentes, el gigante asiático ha sido capaz de salir adelante gracias a un esfuerzo titánico del gobierno de Pekín (en lo que a gasto público se refiere) y a la incipiente demanda interna (que hablando del país más poblado del mundo, no es "moco de pavo").
Sin embargo, aún estando todo esto muy bien, China tiene un problema: la mayoría de los bienes y productos que fabrica para EEUU y Europa son de bajo valor añadido, imitables y basan su competitividad en sus bajos costes, amparados por una legislación algo más que laxa que no puede ser sostenible. En cuanto la sociedad China evolucione, el gigante asiático dejara de poder competir en costes. Por eso me sorprende tanto el caso de la India.
Imaginemos un país con más de 1.150 millones de habitantes, de los cuales 390 son pobres (renta per cápita menor a 1$ al día) y cuyas tasas de analfabetismo superan el 30% en el caso de los hombres adultos y el 50% en el de las mujeres adultas (fuente: Banco Mundial, Julio de 2005). Imaginemos que llevaba unos años creciendo a una tasa muy superior a la media mundial y que de repente la economía mundial se para. Cabría pensar que éste país se las iba a ver tiesas para superar la incertidumbre actual. Pues no. Al menos en el caso de la India, la crisis le está brindando nuevas oportunidades.
Según Eugenio Viassa Monteiro, profesor de AESE y presidente de la AAPI, la India crecerá este año en torno al 7% pese a la recesión que viven la mayoría de los países desarrollados. Es cierto que no va a llegar al 9% de los últimos tiempos, pero no lo es menos que es una cifra sorprendente. El por qué hay que encontrarlo, fundamentalmente, en tres aspectos. Uno, la cifra de exportaciones de gran valor añadido de la India; dos, el crecimiento sostenido del mercado interno, y tres, el ambicioso plan de infraestructuras puesto en marcha por el gobierno Indú.
Respecto a las exportaciones, la dependencia de la India sobre éstas es bastante razonable, ya que suponen sólo el 15% de la economía del país asiático, según el profesor Viassa Monteiro. Pero lo importante en este caso no es tanto la cifra, sino la sostenibilidad de la misma. La India se ha especializado en productos y servicios de alta tecnología, fundamentalmente Tecnologías de la Información (TI), las cuales, además, por razones obvias, son servidas a un precio mucho menor del que pueden ofrecer países como Inglaterra o EEUU. Tal vez por ello IBM acaba de anunciar un recorte de 5.000 puestos de trabajo en EEUU que serán trasladados al país del sur asiático, donde ya tienen, por cierto, más de 80.000 empleados. Pero no sólo por costes sobrevive la India. La calidad de los servicios, además, es espectacular si atendemos al estudio que The Economist publicó recientemente. En el mismo se establecía un ranking de empresas de software y TI. Entre las 400 mejores, casi todas las compañías eran indias.
No sólo las exportaciones están "tirando del carro". Como ya se ha apuntado, el consumo interno también está mejorando de forma paulatina y sostenida. Buena muestra de ello son las tasas de crecimiento en la adquisición de medicinas, alimentos y teléfonos móviles, con cifras que superan el 20% en algunos casos incluso en los primeros meses de éste complejo año 2009. Es decir, está creciendo el país, pero sobre todo, se desarrollan las personas. Los ricos ya comían, tenían medicinas y usaban teléfonos móviles, por lo que es una incipiente clase media la que comienza a sentar las bases del futuro desarrollo social indú.
Todo ello se ha visto favorecido también por el paquete de medidas inversoras del gobierno. Entre ellas cabe destacar la construcción y remodelación de los principales puertos y aeropuertos el país, esperando que con ello aumente la capacidad y rapidez para recibir y movilizar mercancancías (lo que redunda en la competitividad del país) y se contrate a la mano de obra menos cualificada. No es menos desdeñable la construcción de una red de autopistas que está conectando las principales urbes y núcleos del país, lo cual está favoreciendo la creación de industrias y el desarrollo de los servicios. De esta forma se está poniendo freno al éxodo rural, ya que hay que señalar que la agricultura sigue suponiendo una partida importante en el PIB, pero sobre todo, una fuente de alimentación imprescindible para el equilibrio indú. Por último, y no por ello es menos importante, se deben destacar la inversión que se está haciendo en infraestructuras energéticas, incluyendo incluso algunas renovables, así como el desarrollo de líneas rápidas y de alta velocidad de ferrocarril, tanto para pasajeros como para mercancías.
La importancia de todos los datos indicados por el profesor Viassa Monteir0, no radica exclusivamente en el crecimiento económico expuesto, sino en el efecto atracción que está generando la economía Indú sobre empresas y profesionales cualificados. ABB, Glaxo, Siemens, Oracle, Suzuki, Whirlpool, Nestlé, Holcim, Coca-Cola o Vodafone, por ejemplo, ya están allí, y obteniendo mejores resultados en términos relativos y absolutos en comparación con el resto de filiales de dichas compañías. Ello está derivando en un aumento de la inversión extranjera en la India, la cual requiere cada vez más de profesionales cualificados, lo cual va a redundar en otros dos aspectos a considerar: uno, los inmigrantes que lleguen serán cualificados (uno de los principales problemas que tienen países como España, es que la gente que llega de fuera no lo es); dos, existirá un incentivo real para que el gobierno indio promocione la educación, tanto primaria como universitaria, ante las buenas perspectivas que ofrece el mercado laboral para las personas cualificadas.
Quedan todavía muchas cuestiones en el aire. La India sigue siendo un país con tasas de pobreza inasumibles, tasas de motorización e industrialización por debajo de la media de la OCDE, unos desequilibrios terribles y un número de analfabetos intolerable, pero no lo es menos que tiene un punto de partida más que interesante, auténticos brotes verdes sobre los que comenzar a soñar con un futuro mejor.
Comentarios
Muchas gracias por todo! Lo que estoy aprendiendo de economía!
Un beso fuerte!
Pienso que este tipo de circunstancias genera un círculo vicioso que beneficia a cualquier economía: vienen inmigrantes mejor preparados, se fomenta la educación y, sobre todo, mejora el nivel de vida local.
Me alegra saber que aprendes de economía en este blog. Ya sabes que el objetivo era compartir ideas y aportar información.Que me digas que lo logramos es muy importante para mi.
Estos días tengo bastante curro, pero tengo ya un par de artículos "en el horno".
Besos