Sociedad - La "Spanish Revolution"

Sobre Legalidad y Legitimidad

Este fin de semana el trabajo me ha traído hasta Inglaterra. Primera parada, Shrewsbury, pueblo precioso cercano a Birmingham dónde he tenido la suerte de probar los vinos con clientes locales, y después Londres. Mañana y pasado me esperan visitas a clientes y como plato fuerte una cata en un restaurante de por aquí llamado “La Bodega”. Casi nada.

Mientras escribo estas líneas, observo en internet el resultado de las elecciones autonómicas que están teniendo lugar. En la mayoría de los casos, éstos coinciden con lo previsto días atrás. Este dato me parece significativo, porque aquellos que cuestionaban la legalidad del movimiento “Democracia Real Ya” por no respetar jornadas de reflexión o similares, imagino que ya se habrán quedado más tranquilos. Ha habido más votos en blanco de los normales, el nivel de abstención que tenemos me sigue pareciendo tremendo, pero lo cierto es que se han removido conciencias sin coaccionar a nadie, y eso a mi me parece un ejercicio de democracia brutal.

Me han sorprendido las reacciones de estos días. Las editoriales de los diferentes medios de comunicación, bien alababan, bien daban “caña” sin término medio a los manifestantes. Todos los políticos trataban de hacer suya la causa de “Democracia Real Ya” (DRY). Incluso Llamazares decía “los políticos tenemos que hacer algo”, con lo cual uno no sabe si pedir que devuelvan sus salarios de estos años, porque, ¿qué han hecho en los años previos entonces?

Creo, en cualquier caso, que el problema ha sido de tratar de analizar lo vivido estos días en términos políticos y eso, lo que demuestra, es que sigue habiendo personas que no se han enterado de qué va la vaina. No se trata tanto de la calidad las propuestas planteadas por “DRY” (algunas muy razonables, otras más cuestionables y la gran mayoría más que debatibles), ni de si el movimiento favorece a unos o a otros. Tampoco es una cuestión de legalidad, sino de legitimidad (Gandhi y Mandela también quebrantaron la ley, pero sus propósitos eran legítimos). Claro que la democracia se ejerce en las urnas, pero cuestionar el sistema no te excluye del mismo. Muchos de los representantes de “DRY” han ido a votar hoy, por ejemplo. Lo que muchos siguen sin comprender, es que estamos ante un problema social de primera magnitud y que los jóvenes llevamos ya muchos años tragando con situaciones que son insostenibles. 

Yo tengo ahora mismo 33 años. Tuve la suerte de que antes de terminar la carrera me contrató una empresa, como becario. A los cuatro meses, y ya con mi título debajo del brazo, me hicieron contrato, primero con un período de prueba y al poco tiempo indefinido. Paradójicamente, cuanto mejor estaba laboralmente en términos salariales, más lejos estaba de poder independizarme. La burbuja estaba en pleno apogeo y, o contabas con el apoyo de tus padres, o salir de casa implicaba no vivir durante años. Por aquel entonces gobernaba Aznar. En aquella época, uno miraba con asombro el crecimiento exponencial de Porsches Cayenne en nuestras carreteras, las comilonas y los excesos, como los saldos de las tarjetas de determinadas empresas. No, que no se me entienda mal, yo no quería que me regalasen nada, simplemente quería poder vivir mi vida con mi trabajo y no sentirme víctima de unos excesos que a todas luces eran pan para aquel entonces y hambre para los años siguientes.

Tras los atentados del 11-M, llegó al poder José Luis Rodríguez Zapatero, el cual, entre otras muchas cosas, creó un ministerio de la vivienda para, precisamente, favorecer el acceso de los jóvenes a un hogar. Yo, a día de hoy, no recuerdo un solo logro de aquel ministerio. Durante 4 años los jóvenes nos veíamos cada vez más lejos  de poder acceder a una vivienda. Entonces se pinchó la burbuja, y nos dimos cuenta que los bancos de todo el mundo habían actuado de una forma que sólo se podía catalogar entre inmoral y excesivamente arriesgada (que cada uno se ubique dónde crea) mientras los gobiernos miraban para otro lado. Aznar y Zapatero ignoraron las voces que hablaban de un calentamiento de la economía, porque en el fondo era muy cómodo sacar pecho, decir que crecíamos más que Europa, que estábamos en la Champions League de la economía y que nuestro sistema financiero era el más sano del mundo.

Han pasado casi tres años desde aquello y, desde entonces, hay casi tres millones y picos de parados más, uno de cada dos jóvenes no tiene acceso al mercado laboral, muchos de los que lo tienen, o no cobran, o cobran una miseria, a menudo porque lo hacen con contratos en fraude de ley, mientras gobierno y sindicatos miran para otro lado. En estos tres años hemos asistido atónitos a rescates de entidades financieras de todo el mundo, a las cuales se les ha ayudado con dinero público, el cual, en buena medida, ha salido de subidas de impuestos que hemos sufrido todos los ciudadanos y recortes sociales a las clases menos pudientes. 

Desde aquel fatídico mes de septiembre del año 2008, hemos visto con humillación cómo aquellos quiénes habían precisado de nuestros ahorros para salvar a sus compañías, se llevaban bonus que el 99% de los trabajadores del planeta jamás conseguirían aún juntando todas sus nóminas durante 35 años y actualizándolas según el IPC. En paralelo, hemos asistido al destape de la trama Gürtel y al escándalo de los ERES en Andalucía, sin que ello haya despertado el más mínimo pudor en nuestras clases dirigentes. La prueba está en quiénes se presentan en Valencia y Sevilla, así como en la continuidad del Sr. Chaves en el gobierno.

Y por cierto, los jóvenes, los pocos que trabajan, siguen sin poder acceder a la vivienda, porque ahora que los precios han bajado un poco (sólo un poco, a fin de cuentas 2 de cada 3 tasaciones en este país las siguen haciendo los bancos, que son los que más viviendas tienen en stock), lo que no se puede es acceder a la financiación. Si, hasta un 80%, vale, pero si el piso vale 200.000 euros, ¿quién tiene 40.000 euros ahorrados a los tres o cuatro años de vida laboral?

De un tiempo a esta parte, los que hacen la economía de las grandes cifras,  se han olvidado de la vida real, del ciudadano de a pie y los gobiernos de todo el mundo se han ubicado en las antípodas del mismo. No me canso de decirlo pero es que es cierto: nadie puede vivir de espaldas  a la sociedad en la que se desenvuelve. Lo peor de esta crisis, como ya se apuntó en este blog, es la falta de moraleja, el que los que nos han metido en este lío se han ido de rositas y el que las consecuencias las paguen los que, probablemente, menos culpa tengan.

En muchos casos se ha llamado a la gente de Sol “Indignados”, nos los han tratado de presentar como forajidos, incluso como anti sistema, pero nada más lejos de la realidad. Buenos amigos míos han estado por allí. Doctores en físicas, Licenciados en Economía, Médicos, familiares con estudios superiores, gente de bien, que se encuentra en la encrucijada de terminar una carrera y no saber por dónde tirar, o de tener un currículum espectacular y mendigar contratos basura. De haber estado en España, yo también hubiera ido a Sol. Hoy en día tengo a personas muy queridas a miles de kilómetros ante la falta de oportunidades que hay en nuestro país para, probablemente, la generación mejor formada de la historia. Otros que se han quedado, están ahora en paro. Y algunos que no lo están, trabajan una media de 60 horas a la semana por un sueldo de mileuristas.  No hablo de primos, de primos, de colegas, hablo de mi gente, de amigos y familiares.

Estamos ante una cuestión de justicia social. Hace unos años hablaba con mi buen amigo Francisco Alcaide, entre otras muchas cosas profesor universitario, y le preguntaba por las nuevas generaciones, las cuáles me parecía que venían dormidas. Por aquel entonces me dijo una frase que se me quedó grabada: “las necesidades de todas las generaciones son las mismas. Cuando tengan hambre, frío o sed, cuando no puedan cubrir sus prioridades, se movilizarán”. Eso es lo que está pasando ahora, ni más ni menos. Y por cierto, sin un solo conato de violencia.

Hoy ha sido día de elecciones y mañana tocará ponerse a trabajar. Vencedores y vencidos creo que les deben una conversación con las miles de personas que han salido a la calle. El debate enriquece y nuestros políticos deberían escuchar más, perder el miedo a que les saquen los colores y hacerse más humanos. Casi un 50% de paro juvenil es una pasada. ¿De verdad que alguien se sigue sorprendiendo de las movilizaciones?


Comentarios

FAH ha dicho que…
Buen post, Fernando. En tu línea de profe universitario. Pronto te verán por las aulas. Gracias por citarme.

Me gustó lo q decía el otro día JCCubeiro: "El liderazgo no es sólo quejarse de lo que está pasando".

Creo que ya comentamos el otro día algo parecido. Hemos vivido más de 30 años de dictadura donde las generaciones lo pasaron muy mal y como consecuencia de ello ha habido una sobre protección, paternalismo de padres a hijos. Se dan peces, pero no se enseña a pescar.

Creo que todo el mundo debería desde 18 años trabajar y estudiar al mismo tiempo (algunos, fines de semanas, otros tardes, otros unas horas)....

Enseñar a la gente a buscarse la vida, encontrar alternativas, buscar soluciones... y entre ese "buscarse la vida" también está el irse fuera de España.

El paternalismo también ha conducido a que a la gente le cuesta mucho dejar su casa (España) cuando el mundo es maravilloso y hay otras muchas cosas que merecen la pena.

Creo que hay que intentar poner el foco en uno mismo: Automotivación, autoliderazgo, autorresponsabilidad...

Las quejas están bien si van acompañadas de acciones...

Hablaremos largo y tendido. Fuerte abrazo a mi amigo Pedro.
Luis María ha dicho que…
Hola Fernando!! Me ha gustado mucho lo que has escrito, la verdad es que yo desde Sant Pol y en plena borágine del proyecto final de máster no he podido profundizar mucho en el tema, en sus reivindicaciones y de las que he podido escuchar estoy de acuerdo con unas y en desacuerdo con otras, pero en general me ha gustado el movimiento.
El problema de la juventud y de su tasa de desempleo es gravísimo, sobretodo si añadimos un montón de becarios, digamos sobreutilizados, en la mayoría de las empresas. Muchos jovenes que contrataron empresas de auditoría o consultoría que rápidamente se quedaron en la calle con un máster a medio pagar que empezaron porque la empresa se lo financiaba y encima su empleo seguro a tres años al año y medio ya no existe...

De todas formas creo que si España quiere salir adelante, y esto es una de las cosas que más me esperanza dentro de lo negro de la situación, es tener la sensación de que los jóvenes (ahora me vas a permitir incluirme), vamos teniendo la percepción que si el mercado es global el mercado laboral para nosotros ha de serlo igualmente. Tenemos una carencia idiomática que no ocurre en la gente que viene preparada del este de Europa o de latinoamérica (por citar dos ejemplos). Quizá ahí pueda estar una de las claves.
Bueno no me explayo más. Suerte por UK!!! Por cierto leiste el post que te puse en FB??
Abrazos!!!
David García Goñi ha dicho que…
Muy bueno el post Fernando, como siempre poniendo sentido común en un panorama en el que los políticos emplean de todo, menos eso, sentido común.

El movimiento ciertamente es social, y sólo los políticos, como tantas veces nos demuestra la historia, siguen sin querer ver lo que hay que ver, nos piden que cambiemos y ellos no quieren cambiar ni perder sus cuotas de poder, nos llaman indignados, e indignados estamos, indignados con ellos, ciertamente.

Si después de estas elecciones creen que no ha pasado nada, se equivocan, el futuro siempre es más que lo que se vislumbra en el presente.

Un fuerte abrazo.
Fernando ha dicho que…
¡Hola Paco!

Muchas gracias por pasarte y por el comentario! Y por las palabras que me dedicas, jeje.

Me apunto la frase de Cubeiro, me parece estupenda.

Respecto a lo que apuntas, decirte que estoy muy de acuerdo contigo en líneas generales, pero con algún matiz.

1) Creo que, efectivamente, las nuevas generaciones llegan sobreprotegidas. A lo mejor lo que te voy a decir es una chorrada, pero a mi me parece signicativa. Cuando yo era pequeño, tenía las rodillas llenas de heridas por las caídas que me tenía motando en bicicleta. Hoy veo a niños pequeños con rodilleras, cascos y coderas para que no se hagan daño. En el fondo no les hacen ningún favor. A veces es bueno caerse de la bici, hacerse daño y aprender a levantarse.

2) Como apuntas, es necesario que la gente, a la vez que termina de formarse, trabaje o haga otras cosas. Que entrene a niños pequeños a algún deporte, que haga un voluntariado, o que se saque un dinero ejerciendo de camarero en un catering. Todas esas experiencias te aportan herramientas para la vida. Conocimiento tácito frente a explícito. Los dos son importantes, pero el primero marca la diferencia. Com apuntas, te ayuda a encontrar soluciones.

3) De acuerdo con aquello de que a la gente le cuesta mucho salir de su casa, pero es que hay quién no puede, porque tiene cargas familiares que atender. Un 50% de paro juvenil es una pasada, se mire por donde se mire.

4) De acuerdo contigo en la automotivación, autoliderazgo y autoresponsabilidad, pero no te olvides que España es uno de los países con más trabas para crear una empresa. Lo que me parece durírismo es no poder elegir.

Un fuerte abrazo
Fernando ha dicho que…
Hola Luis:

Millones de gracias por pasarte y por tu comentario. Creo que apuntas algo sumamente interesante: si la economía es global, el mercado laboral también ha de serlo. El problema es que nos cuesta mucho dejar nuestra casa y nuestra gente. En cualquier caso, en una economía globalizada siempre habrá países en los que haga falta mano de obra y otros en los que, desgraciadamente, sobre.

No vi tu link en facebook. ¿Me lo puedes pasar de nuevo?

Un abrazo!
Fernando ha dicho que…
Hola David:

Millones de gracias por pasarte y por tu comentario. Muy de acuerdo contigo. Los políticos se ponen la venda en los ojos y nos piden que cambiemos, pero ellos no hacen autocrítica. Me pareció sangrante la intervención de Llamazares: "los políticos tenemos que hacer algo". Joder, ¿y qué han estado haciendo hasta ahora?

Yo también creo que este movimiento es el principio. Los políticos no pueden olvidar. Y cuatro años más con un paro juvenil rozando el 50% no hay quién lo aguante.

¡A ver si nos vemos pronto!

Un fuerte abrazo

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