Empresas - Sobre el fracaso de la negociación colectiva
Reflexiones Políticamente Incorrectas
Tras varios días amagando, hoy por fin se han roto las negociaciones para sacar adelante de forma consensuada la reforma de la negociación colectiva. Creo que es una malísima noticia, sinceramente, porque dicha reforma es necesaria y porque me temo que finalmente la terminará llevando a cabo el gobierno, el cual velará, fundamentalmente, por sus intereses políticos de turno. Que nadie quiera ver en estas líneas una apología en favor de sindicatos o empresarios. Pensar a estas alturas quién ha tenido más responsabilidad en la ruptura de la cuerda creo que no es constructivo. Así pues, sólo voy a tratar de hacer unas breves reflexiones en virtud de mis propias vivencias. Aviso que puedo ser politicamente incorrecto, pero no es mi intención ofender a nadie.
Nuestro mercado laboral es demasiado rígido. Se destruye empleo a mucha mayor velocidad que se crea cuando comienza un ciclo expansivo de la economía. La reforma de la negociación colectiva es esencial para cambiar unas reglas del juego que han demostrado ser un desastre. Me pregunto si de verdad CEOE y sindicatos no han estado demasiado politizados y si sus movimientos han tenido que ver con las pasadas elecciones y determinados posicionamientos de algunos partidos.
La CEOE defiende a los empresarios y los sindicatos a los trabajadores. Sin embargo yo me pregunto quién defiende a los casi 5 millones de parados que hoy en día tenemos. La ruptura de la negociación colectiva es un palo para la gente sin empleo.
La moderación salarial es esencial hoy en día para las empresas pero a cambio se deben mantener los mayores puestos de trabajo posibles. Ejemplos como el ERE de Telefónica ponen los pelos de punta. Aunque haya que tener los cinco sentidos en la rentabilidad empresarial en los tiempos que corren, negar que una sociedad rica, con bajo desempleo, le viene bien a cualquier compañía es, como mínimo, una necedad. Sin dejar de vivir el presente, hay que mirar a largo plazo.
Sigo con la moderación salarial. El convenio de la Vid de Valladolid, proponía para el 2010 revisiones salariales equivalentes al IPC + 0,85, cuando desde que empezo la crisis,el vino ha sufrido una deflación galopante. Es necesario que haya un mínimo de mejora que cubra incrementos de precio en necesidades básicas, pero el resto se debería vincular a la productividad y al desempeño del trabajador. El problema es que a lo mejor nos damos cuenta que llevamos un nivel de vida que no nos corresponde.
Está claro que abaratar el despido no trae consigo mejoras en el desempleo, pero tener el despido más caro de Europa no nos ha impedido rozar los 5 millones de parados. Hay que buscar un equilibrio que no permita abusar de determinadas coyunturas pero que también favorezcan la adaptación de la empresa a nuevas realidades que pueden suponer caídas drásticas en el volumen de negocio.
Por último, sigo sin comprender que CEOE y sindicatos sobrevivan, en buena medida, gracias a subvenciones del gobierno y no tengan altitud de miras. Si estas organizaciones no son capaces de subsistir con sus propios recursos y tampoco aportan soluciones, lo mejor es que cierren el chiringuito y se dediquen a otra cosa, porque lo de hoy ha sido un papelón en toda regla.
Seguiremos atentos. Alea jacta est.
Comentarios
Me he conectado un momento y te saludo desde Sicilia. Los vinos como apuntabas algunos bien, pero los vinos Españoles están muy por encima en general.
P.D. No soy enologá en absoluto y entiendo más bien poco, pero tengo buen paladar :)
Un abrazo
Me resulta más que tedioso acudir a estas reuniones en las que sufro contínuos "dejá vu". Habría que apostar por los pluses de productividad y por la flexibilización horaria, ya que hay empresas (cooperativas por ejemplo) en las que en ciertas épocas tienen que pagar un montón de horas extras y sin embargo durante el resto del año apenas hay trabajo y tienen que "tirar" las horas sin nada que hacer y pagando salarios.
Mientras los trabajadores sigan viendo a la empresa como una enemiga a la que atacar y apretar al máximo en vez de ver en ella una apuesta de futuro y a la vez mientras los empresarios sigan con el discurso retrógrado-machista-clasista en la que el obrero es un gandul no vamos a ninguna parte.
Creo que es una cuestión educacional y cultural.
Me acuerdo de mis pensamientos falangistas de joven y de que lo que más me atraía era lo de la abolición de las luchas de clases, y en la que el futuro estaba por darse la mano entre todos y avanzar hacia delante para bien de todos, no sólo de tu "grupo social".
Así nos va y así nos va a seguir yendo.....
En cualquier caso, te transmito una frase que me dijeron los enólogos cuando llegué a trabajar mi primer día a la bodega: al final, el mejor vino es el que le gusta a uno.
Un fuerte abrazo
Millones de gracias por pasarte y por el comentario, el cual está lleno de verdades. Sigue habiendo gente anclada en la lucha de clases (lo cual me aburre soberanamente) por ambas partes.
Al final, desde una perspectiva pragmática, las personas se dividen entre buenas y malas. Las buenas cumplen con sus obligaciones, respetan al prójimo y buscan relaciones de cooperación, y las malas se escaquean, quieren trabajar menos y cobrar más, u obtener unos beneficios estratosféricos sin importarles los medios y buscan la confrontación. El problema es que los malos suelen llevar la voz cantante demasiadas veces.
Respecto a la flexibilidad horaria, en el fondo, esta es una alternativa que contemplan las leyes, porque al final el cómputo de horas es anual, pero es cierto que su implantación no es sencilla. El día que organicemos la visita a la bodega ya te contaré con calma algunas experiencias propias y de colegas al respecto.
Un fuerte abrazo
Cuando los que tienen que pactar las reglas no tienen incentivos ni intención de velar por el interés general, entonces es mejor que no pacten. La ruptura de las negociaciones sería una buena noticia si no fuera porque el Gobierno tampoco vela por los intereses generales (y en particular por los 5 mill de parados y la competitividad del tejido empresarial). Espero que me sorprenda el Gobierno pasado mañana, pero no lo creo, y baso esta afirmación en la lectura rápida del borrador filtrado a la prensa y con el que trabaja el Gobierno: http://www.elconfidencial.com/archivos/ec/2011060860negociacioncolectiva.pdf
Entre esto, el desapalcamiento, la inflación, la consolidación fiscal, el paro, el raquítico consumo, Grecia, Irlanda, Portugal, y la maltrecha unión monetaria, estoy tan pesimista como en mayo de 2010. Un abrazo a todos
Si te sirven las percepciones de un servidor a nivel micro, creo que la cosa está un poquito mejor que en mayo del año pasado. Por aquel entonces las ventas caían y los bancos temblaban. Un año después, las ventas siguen en niveles de crisis, pero van cogiendo otro color y de mis conversaciones con los bancos deduzco que la cosa pinta algo mejor. Por lo menos están más tranquilos (aunque el grifo del crédito tardará en abrirse).
De todas formas, coincido en que tardaremos en salir de ésta.
Un fuerte abrazo