Economía - Si yo fuera griego...

Reflexiones e ideas

El otro día hablaba con un viejo amigo mío respecto a la actual coyuntura y el inminente segundo rescate griego. Economista de formación, mi amigo me decía lo siguiente: "si yo fuera griego, también hubiera salido a la calle. Las reformas que exigen la UE y el FMI, son necesarias, pero no condición suficiente para poder hacer frente a su deuda. Necesitan una estrategia de crecimiento y con estas medidas tan duras, la experiencia del anterior rescate y las previsiones de una mejora exigua de la economía mundial, uno no puede dejar de pensar si realmente lo que se está haciendo es financiar un problema en lugar de arreglaro". Es decir, cabe preguntarse si no se estará dando una patada adelante esperando que la actual coyuntura cambie y la hipotética caida del país Heleno no arrastre a otros países como España, Italia o Bélgica.

En parte estoy relativamente de acuerdo con mi amigo. El verdadero problema de Grecia no es tanto de liquidez, como de solvencia. El matiz es importante. Cuando uno tiene problemas de liquidez, no puede hacer frente a sus pagos en un momento puntual. Cuando el problema es de solvencia, el deudor no puede cumplir con sus acreedores ni ahora ni en el futuro, porque ni tiene ni tendrá dinero, ni manera de conseguirlo. En estos casos, el problema no se arregla vía nuevos endeudamientos, sino, desgraciadamente, con quitas (esto es, condonaciones de parte de la deuda), esperas (es decir, alargamientos de plazos con períodos de carencia en el pago de los principales) y con lo que en la empresa se llamaría un "plan de negocio" en el que se mejore sustancialmente la competitividad del país, de tal forma que incremente la generación de recursos y se pueda hacer frente a futuros vencimientos. En el fondo, no es nada por lo que no tenga que pasar una empresa en situación de concurso de acreedores.

El problema de Grecia y del resto de economías en peligro, entre las que desgraciadamente se encuentra España, es que la manera sencilla de mejorar la competitividad en el pasado era devaluando la moneda. De esta forma, y explicado para todos los públicos, los bienes producidos en un país eran, de la noche a la mañana, más baratos en comparación con los del resto del mundo, lo que facilitaba las exportaciones haciendo que la economía se reactivase. Con el Euro, dicha medida no es posible, porque la política monetaria se rige desde Bruselas y, en teoría, debe abarcar los intereses de todos los países, no sólo de los que están en apuros.

Sin una moneda que devaluar, la única manera de mejorar la competitividad de un país es ser capaces de producir más con los mismos costes que ahora, o producir lo mismo reduciendo costes. Dicho camino es mucho más largo y, por lo general, más duro para las sociedades de los países en peligro, puesto que implica en muchos casos bajar el nivel de vida. Es cierto que hay medidas relacionadas con la mejora de la competitividad en determinados sectores, como por ejemplo, fomentar la competencia en los oligopolios que todavía quedan (véase energía o telecomunicaciones), que mejoran al consumidor, pero también que hay otras que son duras y complicadas de aplicar sin crear un incendio en la ciudadanía. Por ejemplo, España ha tenido más inflación que el resto de la UE los años previos a la crisis y, mientras Alemania ligaba las mejoras salariales a la productividad, nuestro paías las vinculaba a la subida de precios. Para que España recupere parte de su competitividad, por lo tanto, se deben revisar, entre otras cosas, las cláusulas de mejoras salariales, lo cual, seguro, será fuente de conflicto.

En aquellos países en los que, además, se ha abusado del déficit público (caso de Grecia), habría que explicarle a la ciudadanía que su estado de bienestar no ha venido dado tanto por la generación de riqueza, como por lo fácil que era endeudarse hasta hace cuatro años. Desgraciadamente, uno no puede acumular deuda eternamente y llega un momento en el que, cuando se cierra el grifo, o cuando financiarse es mucho más caro (cosa que pasa ahora con España, Grecia, Portugal, Irlanda o Italia), el pago de la deuda y de sus intereses te estrangula y se "come" un mayor trozo de pastel presupuestario que el que se comía hace unos años, lo que obliga al estado a tener que recortar de otras partidas de gasto público.De nuevo, estas medidas suelen ser focos de incendios.

Pero volvamos al país Heleno. Grecia ya tomó en el año 2010 medidas bastante duras, como por ejemplo bajadas en los sueldos de los funcionarios y en el importe de las pensiones, recortes del gasto público o subidas generalizadas de impuestos. Ahora, para recibir esa segunda parte de la ayuda aprobada por la UE y el FMI hace un año (110.000 millones de euros), se le pide que recorte otros 50.000 millones de gasto público, para las cuales se plantean más impuestos indirectos, privatizaciones de terrenos, islas, aeropuertos, puertos y bienes inmuebles, así como ventas de obros bienes estatales como las participaciones que el gobierno Heleno posee en compañías de aguas, telecomunicaciones o bancos. ¿Será todo ello suficiente para hacer frente a una deuda que supera en cuatro veces a la de Argentina en el año 2001? Hoy en día se estima que el 70% de médicos privados, notarios, abogados y otras profesiones liberales de Grecia, no pagan ni un euro de impuestos. El gobierno ya anunció un plan para afrontar esta realidad, pero las noticias que trascienden es que el éxito ha sido mínimo.Grecia, además de un plan de ajuste, necesita un plan de seriedad.

El problema, bajo mi punto de vista, es que todas estas medidas solucionan el problema de liquidez a corto plazo, pero no el de solvencia. Si se toman, la UE liberará 12.000 millones de euros de los 110.000 anteriormente indicados, ¿y luego, qué pasará? 

Otro buen amigo, refiriéndose a la clase política griega, me ponía el siguiente ejemplo: "es el caso del padre que tiene un hijo rebelde al que le mejora la paga a condición de que estudie, y el niño, en lugar de dejarse los codos en el empeño, sale de fiesta y se emborracha. Un padre normal, le quita la paga a su hijo para que no salga más mientras duren los exámenes. Un padre que malcríe a su hijo, le sigue dando dinero. Para mi es el ejemplo de la UE con Grecia". La reflexión es buena, pero la pregunta es saber si la UE se puede permitir dicha caída.

La mayoría de expertos creen que no.Romano Prodi, presidente de la Comisión Europea cuando se adoptó la moneda única, afirma en una entrevista en el suplemento Mercados del diaro El Mundo, que no  ve factible
la salida de Grecia del Euro, como tampoco la ve Theo Waigel (Ex ministro de Finanzas de Alemania),Yves de Silguy (Comisario de Finanzas de la UE entre 1995 y 1999) o Robert Mundell (premio Nobel de Economía de 1999). Por el contrario, Michele Fratianni, uno de los padres ideológicos del Euro, no lo ve descartable pese al riesgo que podría entrañar. Lo cierto es que la aventura griega del Euro nació mal, puesto que la Comisión Europea que dirigía Jacques Santer en 1998, desaconsejó la entrada del país Heleno en la moneda única, siguió peor cuando se descubrió que habían falseado sus números para entrar en una moneda que, visto con perspectiva y a la luz de la balanza beneficios - sacrificios, tal vez no les hacía falta, y va camino de convertirse en tragedia por cuanto el futuro para la ciudadanía no es nada halagüeño.

Nos queda, como casi siempre, la cuestión moral. Si cualquiera de nosotros invertimos mal y perdemos nuestro dinero, el estado se lava las manos. Ahora bien, no se plantea lo que, bajo mi punto de vista, es inevitable (quitas, esperas y reestructuración de la deuda) por no perjudicar a la banca europea, sobre todo a la alemana. Mientras tanto, los rescates nos siguen costando al conjunto de la ciudadanía más impuestos, nos cierran el grifo de la financiación y, además, nos la encarecen, pero sobre este tema ya escribiré otro día.

No quisiera terminar el post sin hacer un breve alegato en favor del Euro. No hay duda de que su existencia ha mejorado notablemente el mercado común y ha favorecido el intercambio comercial entre los países de la Unión, lo que sin duda, le ha consolidado como la segunda economía del mundo. El Euro sigue cotizando por encima del Dólar, lo que demuestra por encima de todo que es una moneda fuerte pese a estas tensiones que está viviendo estos meses. Todo ello no debe ser óbice para entender que queda un camino muy importante pendiente de recorrer para que la integración económica sea un hecho. Dicho camino debe comenzar por la integración fiscal y política de la Unión. En un país, cuando una región lo hace bien, cede sus excedentes a otras regiones que no lo hacen tan bien. Es el gobierno quién distribuye dichas transferencias a partir de los tributos recaudados. Buena parte del problema de la UE es que no tiene dicho mecanismo desarrollado. Démosle tiempo al tiempo en lugar de denostarlo.

En cualquier caso, conviene referirse al título del post. Si yo fuera griego, probablemente saldría a la calle, pediría que inhabilitaran a los políticos, que se publicaran en internet las listas de los que no pagan impuestos, a los que haría el vacío y les denegaría el acceso a cualquier lugar público, pero sobre todo, me pondría a trabajar más y mejor cuanto antes. Ya no vale el viejo truco de devaluar la moneda y a mi no se me ocurre otra manera de recuperar la senda del crecimiento, principal problema que afrontan los países periféricos de la zona euro.

Comentarios

FAH ha dicho que…
Buen post Ferra. Buen análisis. Pero al final siempre es lo mismo... Un tema en el que x falta de profesionalización en la gestión, de escrúpulos, etc... se llega donde se llega... da igual el tema... vendrán otros y en X años ocurrirá lo mismo. Pecados del ser humano... Abrazo.
Juan de Santiago ha dicho que…
Hola Ferra!
Otra gran entrada! Yo también hablaba con un griego ayer sobre la crisis. Hay mucha gente en Grecia que quiere que el pais se declare en bancarrota, les saquen del euro y puedan devaluar. Tienen a Argentina como modelo. Se habla de devaluar como si fuese la solución a todos los problemas y para mi devaluar es una forma de engañar a la gente. Al devaluar tu sueldo se queda igual, si, pero todo sube de precio. A efectos prácticos es como si te bajaran el sueldo. La gente acepta una devaluación del 75% como en Argentina, pero aquí una bajada del 5% del sueldo se recurre como inconstitucional. Lo primero que habría que hacer es explicar mejor a la gente lo que sucede y no tratarles como a niños pequeños. Pero el nivel de los políticos es en general muy bajo...
Fernando López ha dicho que…
Fantástica entrada Fernando. Muy bien explicada y argumentada. es si, coincido con Francisco, esto se repetirá por desgracia.
Un fuerte abrazo
Katy ha dicho que…
Yo pondré la nota alegre, porque al leer el título de tu post me acorde de la peli "Si yo fuera rico"
Ya lo se nada que ver o si.
Buen análisis, ideas claras, pero me temo que van a servir de poco. Este barco se hunde y nosotros con él. Ojalá me equivoque. El sistema con o sin recates no funciona.
Un abrazo y buena semana
Fernando ha dicho que…
Paco,millones de gracias por pasarte y por tus palabras.

Muy de acuerdo contigo: no hay meritocracia para llegar a la gestión de los países y ello favorece la llegada al poder de personalidades mediocres. Bajo ese prisma, estamos abocados a repetir errores. Es una pena pero es así.

Un fuerte abrazo
Fernando ha dicho que…
¡Hola Juan! Millones de gracias por pasarte. ¡Qué ilusión leerte! ¿Vienes por España en verano?

Creo que apuntas algo con lo que estoy muy de acuerdo: a nuestros dirigentes les falta pedagogía.

La caída de Grecia, como ha apuntado hoy Christine Lagarde, provocaría otro caos estilo el de Lehman Brothers, pero es que yo, sin quita, no le veo solución al problema. Ahora se habla de que Portugal podría necesitar un segundo rescate.... En un año esperemos no tener el tercero de Grecia.

Un fuerte abrazo
Fernando ha dicho que…
¡Hola Fernando! Pensaba que estabas de vacaciones! Mil gracias por pasarte.

Como le decía a Paco, el político no tiene meritocracia, le basta con ser mayor de edad para llegar a un puesto de responsabilidad. Mientras eso sea así, lo llevamos mal. Sumémosle la condición humana. efectivamente, se repetirá

Un abrazo!
Fernando ha dicho que…
Hols Katy: Millones de gracias por pasarte!

Hay una cosa que es cierta: cuando uno se endeuda (véase se compra una casa y le dan una hipoteca) se aprieta el cinturón para poder hacer frente a los pagos que le vienen. El modelo de los últimos años, sobre todo el vivido en países como España, está caduco. La gente tiene que entender que vienen tiempos de bajar un peldaño o dos el nivel de vida. Mientras no lo asumamos, estoy contigo: el sistema no funcionará

Un abrazo!
nanius ha dicho que…
Buen post, Fernando.

Mi impresión es que la mezcla de empecinamiento comunitario y pruebas de resistencia a punto de salir del horno, con Grecia se está intentando ganar algo de tiempo. Creo que todo el mundo descuenta algún tipo de quiebra, con o sin medidas, porque hasta los políticos saben que el problema es de solvencia. Alguien que siempre lo explica todo muy bien es Martin Wolf, del Financial Times. He encontrado su último artículo en castellano y sin clave de acceso, para quien lo quiera leer: http://www.expansion.com/2011/07/06/opinion/tribunas/1309980656.html?a=29550af783778c0a55715c9f4c0f815a&t=1310023686

Mientras el BCE sigue saltándose sus normas para seguir admitiendo bonos griegos (y portugueses), se libera el paquete de ayuda y se impongan medidas draconianas, ganaremos tiempo para hacer un orderly default. Como en realidad los emrcados tienen mucha fuerza e inercia, mi impresión es que no se puede ya navegar contra corriente (lean against the wind) e impedir el default, porque éste se trata, me temo, de una profecía autocumplida. Por otro lado, aunque las medidas sean draconianas, ¿cómo voy a pedir a mis contribuyentes que paguen rescates a un país que miente en sus estadísticas, que tiene un cuadro macro horrible, una deriva de la competitividad aún peor y la "sana" costumbre de jubilarse en media entre los 50 y los 55 años? Aunque no tuvieran sentido económico dichas medidas, yo no esperaría otra cosa...

Para mí se trata de un callejón sin salida clara. Desde luego impagar, salirse del euro y que el dracma se devalúe como un cañón es una solución, pero tampoco sé si es una buena solución. Hay una Position Note del FMI ["Default in Today's Advance Economies: Unnecesary, Undesirable and Unlikely] que me hizo consciente de las limitaciones y extraordinarios costes de esta "solución", que tb hay que tenerlos muy en cuenta: http://www.imf.org/external/pubs/ft/spn/2010/spn1012.pdf

abrazos
Fernando ha dicho que…
Hola Nanius! Mil gracias por pasarte, como siempre. Poco que añadir a tu comenterio. El default es inevitable. Otra cosa es que quieran esperar a que se relaje un poco la cosa en España e Italia para no provocar un incendio. Tampoco tengo claro que la solución sea sacar a Grecia del Euro. Lo que sí que es cierto es que los esfuerzos adicionales son draconianos, como bien apuntas.

Millones de gracias por los artículos. Los leeré con calma.

Un fuerte abrazo!

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