Política - José Blanco, un político miserable
José Blanco, un Político Miserable
Y que nadie entienda lo de miserable como un insulto, por favor, sino como lo define la Real Academia de la Lengua en su tercera y cuarta acepción. Tal vez la de mezquino sea la que mejor le vaya a José Blanco, por cuanto me parece una persona falto de nobleza de espíritu.
El otro día murieron en Bombay, en los ataques terroristas, casi 200 personas (y subiendo) y resultaron heridas más de 300. En medio de la masacre, dio la casualidad que se encontraba la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Parece ser que cuando empezó el tiroteo en su hotel, la sacaron a la carrera y la trajeron de vuelta a España. Imagino que en una situación tan caótica, no sería Esperanza Aguirre la que tomaría la iniciativa de volver y dejar allí a otros muchos turistas, algunos españoles, en una situación dramática. Luego sí, vino la explotación mediática de turno con unas fotos en Barajas y un ir y venir por todos los programas de la televisión, que desde luego tenían la intención de sacar el mayor rédito posible a la situación.
En cualquier caso, la crítica de José Blanco se centra en que en el PP se sigue la estrategia del "sálvese quien pueda" y acusa a la presidenta de la Comunidad de Madrid de regresar sin importarle quien quedaba allí y en qué situación. Lo mínimo que se le puede decir al Vicesecretario General del PSOE es que es un oportunista y un demagogo. En situaciones límite no se debe juzgar a las personas. Si él maneja realmente una información que todos desconocemos y que realmente comprometa a Esperanza Aguirre, o la hace pública, o sus desafortunadísimos comentarios los debería guardar para sus amigos y familiares en privado. Cuando uno es un personaje público, debe andarse con cuidado con lo que dice y cómo lo dice.
Lo que vivió la líder Popular la semana pasada en la India debió ser tremendo, dantesco y sobrecogedor. Yo no sé cómo reaccionaría ante una masacre de tales dimensiones. Y me temo que posiblemente José Blanco tampoco. Por ello creo que lo oportuno en estos casos es lamentar y condenar profundamente lo ocurrido, que ha sido una especie de "11-M", congratularse de que no haya habido víctimas españolas (si es que sirve de consuelo) y entender que los rivales políticos lo son sólo en el parlamento, en el debate ideológico e intercambio de ideas. Sin embargo, esa conducta que tan habitual se da en el Sr. Blanco, buscando bronca, rayando el mal gusto en muchas de sus declaraciones y ejerciendo de "Hooligan" político como si fuera un Ultra de la calle Ferraz, es propia de personas de bajeza moral, mezquinas y sin nobleza de espíritu, o lo que es lo mismo, de un político miserable. Inconcebible que haya llegado tan lejos.
Y que nadie entienda lo de miserable como un insulto, por favor, sino como lo define la Real Academia de la Lengua en su tercera y cuarta acepción. Tal vez la de mezquino sea la que mejor le vaya a José Blanco, por cuanto me parece una persona falto de nobleza de espíritu.
El otro día murieron en Bombay, en los ataques terroristas, casi 200 personas (y subiendo) y resultaron heridas más de 300. En medio de la masacre, dio la casualidad que se encontraba la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Parece ser que cuando empezó el tiroteo en su hotel, la sacaron a la carrera y la trajeron de vuelta a España. Imagino que en una situación tan caótica, no sería Esperanza Aguirre la que tomaría la iniciativa de volver y dejar allí a otros muchos turistas, algunos españoles, en una situación dramática. Luego sí, vino la explotación mediática de turno con unas fotos en Barajas y un ir y venir por todos los programas de la televisión, que desde luego tenían la intención de sacar el mayor rédito posible a la situación.
En cualquier caso, la crítica de José Blanco se centra en que en el PP se sigue la estrategia del "sálvese quien pueda" y acusa a la presidenta de la Comunidad de Madrid de regresar sin importarle quien quedaba allí y en qué situación. Lo mínimo que se le puede decir al Vicesecretario General del PSOE es que es un oportunista y un demagogo. En situaciones límite no se debe juzgar a las personas. Si él maneja realmente una información que todos desconocemos y que realmente comprometa a Esperanza Aguirre, o la hace pública, o sus desafortunadísimos comentarios los debería guardar para sus amigos y familiares en privado. Cuando uno es un personaje público, debe andarse con cuidado con lo que dice y cómo lo dice.
Lo que vivió la líder Popular la semana pasada en la India debió ser tremendo, dantesco y sobrecogedor. Yo no sé cómo reaccionaría ante una masacre de tales dimensiones. Y me temo que posiblemente José Blanco tampoco. Por ello creo que lo oportuno en estos casos es lamentar y condenar profundamente lo ocurrido, que ha sido una especie de "11-M", congratularse de que no haya habido víctimas españolas (si es que sirve de consuelo) y entender que los rivales políticos lo son sólo en el parlamento, en el debate ideológico e intercambio de ideas. Sin embargo, esa conducta que tan habitual se da en el Sr. Blanco, buscando bronca, rayando el mal gusto en muchas de sus declaraciones y ejerciendo de "Hooligan" político como si fuera un Ultra de la calle Ferraz, es propia de personas de bajeza moral, mezquinas y sin nobleza de espíritu, o lo que es lo mismo, de un político miserable. Inconcebible que haya llegado tan lejos.
Comentarios
Respondiendo un poco a lo que planteas, yo creo que una cosa es lo que se espera de una persona y otra lo que ésta es capaz de dar. Es cierto que de un representante político uno espera que ejerza como tal incluso en situaciones límites, pero no lo es menos que en el fondo son personas como tú y como yo, y que lo único que nos diferencia de ellos son unos miles de votos. En situaciones de máxima tensión, afloran nuestras miserias humanas por nuestro propio instinto de supervivencia inherente a nuestra condición humana y animal. Por ello los comentarios de José Blanco me parecen demagógicos, impropios de un cargo político y de una bajeza moral alarmante. Lo triste es que me temo que hay muchos "José Blanco" en todos los partidos...
¡Un abrazo!